Shal Bafí

El Chal del Kurdistán

Uno de los oficios más importantes que se han desarrollado en Irán es la fabricación de chales. Al igual que las alfombras, la historia de fabricar chal se remonta a la antigüedad. Los chales iraníes son habituales desde hace miles de años en muchas regiones, como el Kurdistán, Kermán y Mashhad. De hecho, fue la industria iraní del chal la que llegó a la India, y los chales de cachemira evolucionaron a partir del producto iraní.

Como resultado, la confección de chales se hizo más común en las aldeas, entre la mayoría de los nómadas. Hoy en día, el chal iraní se ha convertido en un serio rival del chal de Cachemira.

Se han desarrollado muchos talleres para fabricar chal. SE trataban de salas amplias donde se instalaban muchas máquinas de tejer. Estas máquinas se construían a partir de dos rodillos y dos pedales que se instalaban en un agujero en el suelo. En el pasado, solían ser los niños los que trabajaban como tejedores de chal porque los mecanismos de tejido eran muy delicados y los dedos de los niños se consideraban más adecuados para hacerlos.

Los chales iraníes solían fabricarse en tamaños muy grandes. Sin embargo, actualmente, se han adaptado a la cultura particular y a las tradiciones indumentarias de la región en la que se producen y han evolucionado hasta convertirse en prendas únicas. En Baneh, ciudad de la provincia del Kurdistán, se fabrican chales tradicionales desde hace muchos años. El tejido de chales en el Kurdistán se considera una de las artesanías más importantes y famosas del país.

Impresión textil

Qalamkarí de Isfahán

El qalamkaí es un arte gráfico y pictórico tradicional que se practica en diferentes países del mundo y tiene su máxima expresión en Irán, en las regiones centrales. Los temas tradicionales representan la cultura iraní y pueden ser motivos florales, vides, animales, cipreses arqueados, Boteh Jegheh e inspiraciones artísticas y formas geométricas.

Las etapas de la producción de la estampación son las siguientes: sumergir el tejido, dimensionar el tejido, realizar una operación de estampación que comienza con dos colores, rojo y negro, y una vez estabilizados los colores, el fondo de algunos tejidos se vuelve blanco y si es necesario se aplican otros colores. Al final, el tejido se devuelve para un último lavado. Actualmente, el qalamkarí de Isfahán es una de las obras de arte más preciadas y conocidas de todo el país. Es casi imposible ir a Isfahán y no salir de su bazar con una pieza de qalamkarí que puede utilizarse como funda de sofá, colcha, bolso, cortina e incluso estera de playa.

Pintura de Laca y de Papel Maché de Isfahán

En Irán, el arte de la laca se conoció por vez primera bajo el nombre de papel maché y se introdujo durante la dinastía safávida. Al principio estaba vinculado al arte de fabricar “Ghalamdán” o hacer cajas de lapiceros, pero gradualmente incorporó también artículos aplicables como puertas y cajas de madera. Papier mâché es una palabra francesa y significa papel y arrugar. Una de las razones por las que el trabajo de laca se llama papel maché es por el uso de los desechos de papel en la fabricación de los objetos.

La historia de esta artesanía, anteriormente conocida como pintura al óleo o pintura al barniz, no está clara, pero hay algunos documentos que demuestran que la pintura al barniz era habitual en la dinastía safávida y que floreció y evolucionó junto con otras artesanías.  La pintura de laca (Zirlaki) se  ha definido como un tipo de pintura de acuarela sobre objetos de papel, como cajas de lapiceros, cubiertas de Corán, marcos de espejos, cubiertas de libros, cajas de maquillaje y diferentes tipos de bandejas.  Con diferencias sutiles, este oficio también era común en la artesanía tradicional de otros países como China, India, etc. En Irán, la pintura Zirlaki se hizo común, especialmente para las cajas de lapiceros. Los pintores aplicaban principalmente el diseño de “Gol o Morgh” (flores y pájaros) y los adornaban con incrustaciones florales, caligráficas y doradas.

Namakdán Bafí en Chaharmahal y Bakhtiarí

El namakdán (bolsa de sal) es una de las artesanías más antiguas de Chaharmahal y Bakhtiarí. Es un tipo de alforja tejida a mano. Estas bolsas están hechas para contener productos como granos de trigo, avenas, judías y sal. Se tejen en telares y, al igual que otros tejidos artesanales de esta región, son elaborados por mujeres nómadas y aldeanos. Los pastores nómadas utilizan el namakdán para transportar sal.

Además de la necesidad de sal para los rebaños, los nómadas necesitan sal en su vida cotidiana. La colocan en namakdán y lo cuelgan en un rincón de su tienda para cocinar. En la cultura nómada, sal es una bendición preciosa, ligada a la gratitud y al saludo de los invitados. Puede que la gente jure por namak (sal) y utilicen la palabra “namak nashnas” (persona que no paga los honorarios de namak) para describir a las personas indignas que no valoran los favores de otros.

La forma y el diseño del namakdán es una prueba de su importancia como objeto precioso e incluso sagrado. Consta de un cuerpo y una cabeza, lo que hace que parezca una alfombra de oración. El tejido del namakdán tiene reglas sólidas basadas en 4 principios. La parte delantera está tejida con un tipo especial de nudo kilim, la parte inferior está tejida como una alfombra y la parte trasera es un kilim liso con un patrón de rayas. El verde, el azul, el rojo oscuro, el amarillo y el marrón son los colores más comunes del namakdán.

Miniatura

Negargarí y Tazhib

La miniatura persa son pequeñas pinturas en papel, ya sean ilustraciones de un libro u obras  de arte independiente destinada a ser guardadas en un álbum de obras de este tipo llamado Muraqqa. Las técnicas son en gran medida comparables a las tradiciones occidental y bizantina de las miniaturas en los manuscritos iluminados. Aunque existe una tradición persa similar de pintura mural, el índice de supervivencia y el estado de conservación de las miniaturas es mejor, y las miniaturas son la forma de pintura persa más conocida en Occidente y muchos de los ejemplos más importantes se encuentran en museos occidentales o turcos. Este estilo de pintura se convirtió en un importante género persa en el siglo XIII, bajo la influencia timúrida y china tras las conquistas mongolas, llegando a su apogeo en los siglos XV y XVI.

Tras la reanudación del poder por los safávidas y el apoyo e interés personal del rey Shah Ismail y su hijo Shah Tahmasb I, la miniatura se convirtió, además de en una forma artística, en un medio de propaganda para magnificar y resaltar la figura del rey. La mitología persa -tomada en gran parte del Libro de los Reyes (Shahnamé)- ofrecía en bandeja de oro la idea fundamental de cómo representar a los reyes safávidas situándolos en el centro de atención de gobernantes, amigos y enemigos, incluidos uzbekos y otomanos. Una de las obras maestras del arte de la miniatura persa del siglo XVI es, sin duda, el Shahnamé de Tahmasb que hoy, una buena parte de esta eminente obra, se encuentra en el Museo de Arte Contemporáneo de Teherán.

Sin embargo, la miniatura no se limita a la narración de las figuras míticas y de los reyes, sino que pasa del papel a la decoración de otros objetos como portaplumas, cajas, joyeros, pendientes, cuadros y piezas dibujadas incluso en el hueso del camello.

Mekhraj Kari de Mashhad 

Arte de crear joyas con turquesa y otras piedras

Hay muchas minas de piedras preciosas en la provincia de Jorasán Razaví y en las ciudades de los alrededores. Por tanto, una de las artesanías más florecientes en esta provincia es la fabricación de joyas con piedras preciosas conocidas como “Mekhraj Kari”. Algunas de las piedras preciosas más importantes son: aguamarina, ágata, tipos de cuarzo, turquesa y zeolita, de las cuales la turquesa y el ágata son las más populares. Los especialistas creen que no hay dos piezas de turquesa iguales e idénticas, al igual que las huellas dactilares, la turquesa también es única. En la actualidad, los talleres de talla de piedra más importantes de Irán se encuentran en Mashhad, donde se tallan cada año toneladas de ágata y turquesa. Los talleres de Mashhad utilizan tanto métodos tradicionales como modernos.

En esta artesanía, para mantener la belleza natural y las vetas de las piedras preciosas, no se utiliza pegamento. Para fijar las piedras, la base está diseñada de manera que no se dañen las piedras. Un poco de presión puede provocar fracturas y arañazos. El Mekhraj Kari se aplica a joyas como pendientes, collares, anillos, broches, etc. En 2018, Mashhad fue inscrita como Ciudad de Gema en el mundo.

Khorjín de Chaharmahal y Bakhtiarí

Chaharmahal y Bakhtiarí, a pesar de ser pequeña en extensión, alberga dos de las tribus más importantes de Irán: Bakhtirí y Qashqayí que han influido en la artesanía de otras ciudades. Además de su uso en la vida cotidiana, el khorjín, un tipo de alforja, tiene otros usos en la cultura de la sociedad nómada. Los nómadas lo utilizan, en tamaños distintos, como bolsa, equipaje y cofre.

Los pequeños khorjíns denominados “Akbeh” se utilizan para transportar documentos, objetos de valor, objetos personales y joyas. Algunos son utilizados principalmente por las mujeres que montan a caballo y los cuelgan del sillín para llevar sus pertenencias.

Además del khorjín, también hay pompones, conocidos como Varaneh, que se mueven cuando el animal trota y evitan las picaduras de abejas u otros insectos y reducen el riesgo de que el animal agache la cabeza para alejar las moscas. Los grandes khorjíns se utilizan para transportar alimentos y herramientas habituales, también utilizados para transportar objetos cotidianos por los habitantes de Chaharmahal y Bakhtiarí.

Kashi Haft Rang de Shiraz (Azulejos de Siete Colores)

La industria del azulejo, más utilizada en los ornamentos de muchas estructuras y especialmente en las mezquitas de Irán, tiene una historia muy antigua, al igual que la cerámica. Según los objetos encontrados, el inicio de la fabricación de azulejos se remonta a la dinastía aqueménida, lo cual era común hasta el siglo XIV d. C.

El término “Haft Rang”, cuyo significado es siete colores, fue utilizado por primera vez por un historiador real de la dinastía iljaní para describir la técnica de la pintura de esmalte, y sigue utilizándose hasta la actualidad. El número siete, sin embargo, no se refiere al número exacto de los colores, ya que en esta técnica son más importantes la composición y la armonía de los colores. Actualmente, los azulejos Haft Rang se fabrican en 15×15 cm en siete colores: azul, turquesa, rojo, amarillo, leonado, negro y blanco. Esta técnica evita que los colores se mezclen entre sí porque están bien separados por líneas de un tipo especial de tinta con componentes de aceite y magnesio. Los azulejos Haft Rang de Shiraz son destacados en cuanto a la calidad por excelencia.

Otra diferencia notable de los azulejos de Shiraz es el dibujo de “Gol o Morq” (flores y pájaros). Colores como el verde claro, el rosa, el amarillo y el blanco son más comunes en Shiraz y, entre ellos, el rosa es el más utilizado. La mezquita Nasir ol-Molk  es la obra ejemplar en uso de los azulejos de siete colores, más bien conocida como la Mezquita Rosa. Otros monumentos de Shiraz que se han beneficiado de los azulejos de siete colores son la mezquita Vakil, el Jardín de Narenjestán y el Jardín de Eram.

Gereh Chiní

Ventanas, persianas, cajones y vidrieras de Teherán

Una de las artesanías decorativas tradicionales de Irán es el Gereh Chiní, que significa literalmente hacer nudos, o el arte de colocar piezas de madera, finamente cortadas, sobre una superficie acorde a un patrón específico. Los nudos geométricos, con repetición rítmica, se consideran parte esencial del Gereh Chiní. El arte de Gereh Chiní arte llegó a su apogeo durante la dinastía safávida como un tipo de arte decorativo para los objetos de la corte. En el Gereh Chiní, las piezas de madera se utilizan en su color crudo y no se les añade barniz. Según los artistas que practican este arte, el plátano es la mejor madera para este trabajo.

Sin embargo, la madera de otros árboles como nogal, haya, almendro, arándano, peral y azufaifo, se utiliza para fabricar estructuras como puertas de santuarios, sillas, puertas y ventanas, marcos de cuadros, mesas, separadores y muchos otros artículos decorativos. Hay siete tipos de nudos y cada uno de ellos tiene su propio fondo y diseño. Este método también es usable para hacer la ventana de guillotina del Orsi persa, una especie de ventana hecha con una mezcla de nudos y vidrieras. Esas hermosas ventanas se utilizaron principalmente durante la dinastía Zand y Kayar. Cuanto más finas sean las piezas de madera, más valioso será el producto. El uso de uniones macho y hembra hace que las piezas de Gereh Chiní sean resistentes a los diferentes climas de Irán. Por tanto, las obras de este arte tienen una gran variedad, como ventanas, cajones, cofres y puertas.

Chehel Sotún y las mansiones históricas de Isfahán, las casas de los Tabatabai, Abbasí y Borudjerdi en Kashan y el Palacio Golestán en Teherán son los prototipos de este arte.

Firuzeh Kubi (Incrustación de Turquesa) de Isfahán

Una de las artesanías más populares de Irán es la incrustación de turquesa. El Firuzeh Kubi consiste en pequeñas piezas de piedra turquesa que se incrustan, a modo de mosaico, en una base de cobre, plata, latón o bronce, cubriendo toda la base o partes de ella. El Firuzeh Kubi es un oficio bastante reciente, apenas iniciado hace setenta años. Se inventó por primera vez para decorar joyas como pendientes, pulseras, broches, etc. Hoy en día, el Firuzeh Kubi es uno de los recuerdos más famosos de Isfahán. Las gemas de turquesa que se utilizan en esta artesanía proceden de los talleres de piedra y de las piedras no usables para otros fines.

Para rellenar los espacios entre las piezas incrustadas, se calienta la base a 40° C, se vierte polvo de goma y se rellenan los espacios con trozos más pequeos. Los espacios restantes estarán rellenados con cera azul. En el siguiente paso, se alisa la superficie y, por último, el producto se pule hasta conseguir una superficie brillante y lisa. Las ánforas y los jarrones de Firuzeh Kubi se encuentran entre los artículos más codiciados de Isfahán.