Cueva Namakdán La cueva de sal más larga del mundo, llamada Namkadán, se encuentra a 90 km en la isla de Qeshm, a 237 metros de altura sobre el nivel del mar. En el fondo de la cueva se pueden ver corrientes de agua salada, creando una magnífica vista para los visitantes. La humedad de la isla y la infiltración de agua en las cuevas dan lugar a que el agua salada saturada fluya sobre el cuerpo de los candelabros naturales formándose constantemente. Este flujo de agua en el corazón de la montaña Namakdán es un flujo subterráneo permanente que, al otro lado de la cueva, se abre a otra salida. En la entrada de la cueva hay una cuenca blanca natural, donde se acumula el agua de la cueva, y aparece como un manantial de sal en la ladera de la montaña. A veces, el agua salada de la cueva refleja imágenes como un espejo, creando una vista hermosa y única. El lecho principal de esta cueva es de color rojo. Los sedimentos que se han formado en esta zona contienen compuestos de óxido de hierro, especialmente hematita. El techo de la cueva tiene una hermosa estructura y está cubierto de lámparas de cristal de sal en distintas formas. La importancia de la cueva Namakdán se debe a las propiedades medicinales de su sal, la cual contiene magnesio y se remonta a más de 570 millones de años. En el pasado, las sales se encontraban en forma de capa que se formaban con el tiempo y, debido a su flotabilidad y a que su peso volumétrico es menor que el de las rocas circundantes, las empujaba hacia los lados y se desplazaba hacia arriba. Si le apasionan las cuevas, las montañas, el senderismo, el alpinismo, los paisajes históricos y
Cueva Namakdán
La cueva de sal más larga del mundo, llamada Namkadán, se encuentra a 90 km en la isla de Qeshm, a 237 metros de altura sobre el nivel del mar. En el fondo de la cueva se pueden ver corrientes de agua salada, creando una magnífica vista para los visitantes.
La humedad de la isla y la infiltración de agua en las cuevas dan lugar a que el agua salada saturada fluya sobre el cuerpo de los candelabros naturales formándose constantemente. Este flujo de agua en el corazón de la montaña Namakdán es un flujo subterráneo permanente que, al otro lado de la cueva, se abre a otra salida.
En la entrada de la cueva hay una cuenca blanca natural, donde se acumula el agua de la cueva, y aparece como un manantial de sal en la ladera de la montaña. A veces, el agua salada de la cueva refleja imágenes como un espejo, creando una vista hermosa y única. El lecho principal de esta cueva es de color rojo. Los sedimentos que se han formado en esta zona contienen compuestos de óxido de hierro, especialmente hematita. El techo de la cueva tiene una hermosa estructura y está cubierto de lámparas de cristal de sal en distintas formas.
La importancia de la cueva Namakdán se debe a las propiedades medicinales de su sal, la cual contiene magnesio y se remonta a más de 570 millones de años.
En el pasado, las sales se encontraban en forma de capa que se formaban con el tiempo y, debido a su flotabilidad y a que su peso volumétrico es menor que el de las rocas circundantes, las empujaba hacia los lados y se desplazaba hacia arriba.
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