Persépolis
Es una de las grandes maravillas de Irán. Unas impresionantes ruinas impregnadas de la historia del poderoso imperio aqueménida. Los persas llamaban la ciudad Parseh, mientras que los griegos la llamaban Persépolis cuyo significado es la ciudad de los persas. Darío I inició la construcción de esta ciudad palaciega en 518 a. C., inspirándose en aquellos edificios tan típicos de Mesopotamia, y continuó unos 120 años por sus sucesores y reyes posteriores. Persépolis abarca un área de 125000 metros cuadrados, construido sobre una terraza artificial de las cuales algunas todavía algunas plataformas sobreviven formando cuatro niveles distintos. Las rocas del edificio pesan más de 250 toneladas. Según algunos descubrimientos, estas rocas habían sido extraídas de minas y trasladas a esta ciudad y de todas las naciones como iraníes, egipcios, babilonios, griegos, elamitas y asirios acudieron personas para cooperar en la construcción de los palacios aqueménidas. Se dice que Persépolis era el escenario donde se celebraban las ceremonias y actos públicos importantes.