Teherán
La capital del Irán y también la ciudad más dinámica y próspera del país con una población superior a los 9 millones de habitantes. Teherán presenta la atmósfera bulliciosa propia de cualquier gran capital del mundo, al tiempo que se revela como la piedra angular de la historia contemporánea de Irán y ofrece una extraordinaria oferta cultural al viajero, entre la cual destaca el espectacular Museo Nacional de Joyas, donde se expone la más importante colección de joyas preciosas del mundo. Esta joven capital con un área de 680 kilómetros cuadrados está ubicada en una tierra milenaria en la que conviven perfectamente la arquitectura moderna con palacios que nos adentran en otras épocas. Siendo una de las urbes más importantes del mundo islámico situada en un enclave privilegiado entre los espectaculares montes de Elburz, aquí se ubicaba la ciudad antigua de Rey, un asentamiento importante que fue capital de los selyúcidas durante años y se arrasó por los mongoles en el siglo XIII. El símbolo de la ciudad lo constituyen la Torre Azadí, la Torre Milad y el Puente de la Naturaleza (Pol-e Tabiat).
Al elegir Qazvín como la capital del Sah Tahmasab, debido a la vegetación y la existencia de muchos jardines en Teherán, así como su cercanía a Qazvín, mandó construir murallas alrededor de Teherán en el siglo XVI con 114 torres y 6 puertas para esta ciudadela. La ciudadela permaneció en pie hasta el gobierno de Naser al-Din Sah Kayar cuando fue destruida por completo y se agregó a Teherán, a donde el fundador de la dinastía Qajar, Aqa Mohamad Khan, trasladó su capital en 1789.
La primera vez fue Karim Khan Zand quien eligió Teherán como su capital. Durante el reinado de Sah Abbas, esta ciudad se desarrolló mucho y se construyeron caravanas, palacios y puentes. Tras la dinastía safávida, los afganos tomaron el control de esta ciudad, a los que Nader Sah expulsó y eligió a su hijo, Reza Qoli Khan, como su gobernante.
La preocupación iraní por los desarrollos artísticos, las recientes intervenciones arquitectónicas y el resurgir de muchos cafés de estilo tradicional han hecho de la ciudad un fascinante laberinto que reserva al visitante una sorpresa en cada rincón. Para descubrir el verdadero Teherán el viajero no debe conformarse con acceder a los múltiples museos y palacios, siendo muy recomendable sumergirse en el bullicio urbano, disfrutando del contraste entre la modernidad y la tradición presente en sus múltiples cafés y mercados, entrando en contacto con la cultura y la forma de vida de los residentes de la metrópoli. Los parques de la ciudad son amplios y bien cuidados y sus muchos museos, resultan muy interesantes. La mejor manera de desplazarse es mediante taxis.
Palacio Golestán
Obra maestra de la época de la dinastía kayar, logra una magistral fusión de la arquitectura y artesanía de épocas pasadas de Persia con las corrientes artísticas occidentales. Este palacio amurallado forma uno de los conjuntos de edificios más antiguos de Teherán cuyo origen se remonta al siglo XVI, cuando comenzó la transformación que le llevaría a pasar de ser un pequeño pueblo a convertirse en una verdadera ciudad. Rodeado de un jardín con estanques y plantaciones destaca sobre todo por sus elementos y ornamentos realizados en el siglo XIX. La historia contemporánea de Irán está tan en deuda con este complejo que Mohammad Reza Pahlaví, el último sah de Irán, celebró aquí su coronación, anunciándose como sucesor de Ciro el Grande. En realidad, con el fin de la dinastía kayar, los pahlavíes utilizaron este palacio para sus ceremonias especiales. El significado de Golestán es “campo de flores”, nombre que hace honor a los maravillosos jardines persas presentes en el lugar. El Palacio de Golestán contiene una colección preciosa de mansiones y pasillos ubicados dentro de un jardín. Los monumentos de este palacio se construyeron a lo largo del tiempo según la necesidad. Algunos de sus espejos, pilares y puertas pertenecen al Palacio Vakil de Shiraz, traídos a Teherán por Nasser-al-Din Shah en 1827.
Siendo un rico museo de espejos, pinturas y mosaicos, el palacio consta de varias construcciones:
- Khalvat Karim Khani (Rincón de Karim Jan)
- Takht-e Marmar (Trono de Marmól)
- Talar-e Ayneh (Salón de los espejos)
- Talar-e Tashrifat (Salón de recepciones)
- Mansión Shams ol-Emaré
- Kakh Abyaz (Palacio Abyaz)
- Talar-e Berlian (Salón de diamante)
- Akas khaneh (Galerías pictóricas)
- Mansión Bad-gir
Las galerías pictóricas son el segundo depósito de fotos y vídeos del mundo después del Museo Británico. El Palacio de Golestán fue incluido en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 2013.
Complejo de Saad Abad
Ubicado en unos majestuosos jardines en la ladera de una montaña, el conjunto de palacios reales es uno de los mayores del mundo y fue la residencia del primer sah de la dinastía pahlaví. Contando con numerosos palacios, edificios y museos pertenecientes al final de la era kayar, el complejo abarca un área de 110 hectáreas. Además de los 7500 árboles en los jardines del conjunto, todos certificados, el río Darband cruza el palacio, lo cual lo convierte en un perfecto lugar para veraneo. Algunos de los palacios son; Palacio Blanco (Palacio Museo de Melat), Museo de Bellas Artes, Palacio Verde, Museo de las Armas, Museo de la Antropología, Museo de Agua, Museo de Behzad, Museo de Mir Emad, etc.
El Palacio Verde es uno de los más antiguos en Saad Abad, cuya construcción tardó siete años y fue el lugar de residencia de Reza Sah. El mármol verde utilizado en este palacio fue extraído de las minas de Zanyán y Jorasán.
El Palacio Blanco, llamado así debido al color blanco de la fachada, con una superficie total de 5000 metros cuadrados es el más grande del complejo. Construido entre los años 1931-36, Mohamad Reza Sah Pahlaví y Farah Diba lo eligieron para alojarse. Este palacio cuenta con 10 salas con un estilo arquitectónico iraní-europeo. Además, hay unas elegantes alfombras hechas a mano de Kerman, Kashan, Yazd y Mashhad. Más tarde, Farah Diba hizo unos cambios en el edificio principal del palacio, como; añadir un cine, un ascensor y un sistema térmico.
Palacio de Niavaran
Uno de los palacios del último sah de Irán que ha sido transformado en un complejo museístico. La antigüedad del palacio se remonta a la época de Fath Ali Sah Kayar y ha permanecido en pie hasta hoy en día. Mohamad Sah fue quien por primera vez construyó un pequeño palacio suyo en este lugar y luego Naser-al Din Sah construyó el gran y glorioso Saheb Qaranieh, con un estilo arquitectónico iraní-europeo, y Howz Khaneh (Casa de estanques). El atractivo Pabellón de Ahmad Sah, con su tejado verde y sus columnas blancas, fue utilizado por el sah para regalos de otros líderes mundiales. Este pabellón consta de dos pisos con un área de 800 metros cuadrados.
Al tomar el poder Mohamad Reza Pahlaví, en 1958, se destruyeron algunos pequeños edificios y se construyó un palacio moderno inspirado en la arquitectura europea para su propia residencia y la de su familia. El primer piso se utilizaba como sala de recepción, mientras que el segundo fue despacho del sah y el tercero fue destinado a los dormitorios de los miembros de la familia real. Actualmente, el Palacio Exclusivo de Mohammad Reza Shah, el Palacio Saheb Qaranieh, el Palacio Ahmad Shahi, el Museo de Trajes, el Museo Jahan Nama y el Museo de Automóviles están abiertos al público.
Jardín Nacional
Al sureste de la Plaza Mashq, una de las plazas militares más grandes de su tiempo, se construyó una puerta de entrada bajo el mandato de Naser-al Din Shah Kajar. De vez en cuando, él se sentaba en la parte superior y supervisaba directamente el entrenamiento militar. Antes de la Segunda Guerra Mundial, Mohammad Reza Sah mandó la destrucción de la anterior y construcción de una puerta más grande. En poco tiempo, la plaza se convirtió en el primer jardín nacional de Irán. Más tarde, con la construcción del Museo Arqueológico Nacional de Irán, el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Biblioteca Nacional en su patio, solamente lleva el nombre. En las paredes se pueden observar pinturas que representan campos de batalla, armas y dos leones sosteniendo una corona, símbolo de la dinastía Pahlaví.
Dar ul-Funun
Establecida en 1851, fue la primera universidad e institución moderna de educación superior en Irán, construida bajo el mandato de Mirza Taqi Khan Farahani, ministro patriótico de Naser-al-Din Sah. Originalmente fue concebido como un politécnico para capacitar a los jóvenes iraníes de clase alta en medicina, ingeniería, ciencias militares y geología. La universidad funcionaba de la misma manera que las universidades europeas y se trajeron los mejores profesores tanto iraníes como extranjeros para impartir clases. Había siete profesores austríacos y treinta estudiantes de familias prominentes. El instituto contiene algunas instalaciones como biblioteca, cafetería, teatro y editorial. Muchas partes se agregaron más tarde a la Universidad de Teherán. Dar ul-Funun estuvo activo unos 40 años.
Museo Abgineh
El Museo de Cerámica y Cristalería de Irán fue residencia privada de Ahmad Qavam, primer ministro kayar desde 1921 hasta 1951. El complejo también fue la embajada de Egipto durante siete años. Su arquitectura está inspirada en el Palacio Tachara de Persépolis. Luego fue comprado por Farah Diba y se convirtió en museo con una superficie de 7000 metros cuadrados en un gran jardín. Las obras exquisitas de este museo incluyen: inscripciones y capiteles de Persépolis, pinturas del Palacio Apadana, primeros tubos de vidrio descubiertos en Choga Zanbil, platos de oro de la era selyúcida, cerámicas de siglos III y IV de Nishapur y el dispositivo más antiguo de destilería de Irán.
Torre Milad
Siendo uno de los más emblemáticos de Teherán, con 435 metros de alto es la torre más alta de la ciudad y la sexta del mundo, cuya construcción tardó 11 años en completarse. La torre consta de cuatro partes; vestíbulo, cuerpo principal, plataforma de observación y un restaurante que rota ofreciéndonos una de las mejores panorámicas de la ciudad y antena. La cabeza de la torre es una estructura de doce plantas de acero. La torre pesa unas 25000 toneladas y se han utilizado 17 mil metros cuadrados de vidrio en su construcción. El complejo, diseñado de una manera resistente contra terremotos, dispone de un área de exposiciones, una biblioteca, zona administrativa y un aparcamiento.
Puente Tabiat
Un puente moderno inaugurado en 2014. Entre tantos planos presentados para construir el puente, finalmente el diseño de Leila Araqian fue elegido, inspirado en la arquitectura del puente Khaju. Este puente de 270 metros de longitud conecta los parques de Talaqani y Ab o Atash y cuenta con dos niveles distintos y plataformas con vistas panorámicas. El diseño de este hotel estaba entre los cincos mejores del Concurso de Arquitectura de Nueva York. El segundo piso tiene cafés y el puente más que ser un lugar de paso, es un lugar de encuentros para pasar momentos agradables. Además, la llamativa iluminación del puente le da un efecto muy bonito por la noche.
Museo de Joyas
En el sótano del Banco Central, se encuentra la mejor colección de joyas del mundo, procedentes de las dinastías persas, desde el reinado de los safávida hasta el último rey de Irán, que dejará atónito a todo curioso que se acerque a conocerla. El museo no sólo contiene un gran valor monetario, sino también refleja el arte y pasión de los artistas iraníes. Miles de esmeraldas, perlas, rubíes, las piedras preciosas más raras y el diamante rosa más grande que se conoce, Darya-e Nour (182 quilates), se conservan en este museo. Las explicaciones de joyas pertenecientes a los períodos anteriores de los safávidas no están disponibles. Durante las dinastías safávida y afshar, los almacenes de joyas de Irán fueron saqueados muchas veces. Mahmud Afgan saqueó una parte y la envió a India. Nader Sah Afshar fue quien pudo recuperar esas joyas incluido el diamante Darya-e Nour, traído a Irán como símbolo de las campañas victoriosas de Nader Shah en la India en 1739. Ahmad Beyk, el asesinato de Nader Sah, robó alguna parte del tesoro iraní y le envió el diamante Kuh-e Nour a la India, el cual finalmente se regaló a la Reina de Inglaterra en 1850, colocado en su corona. Durante el período kayar, se recolectaron joyas de todas partes del país, algunas de ellas fueron utilizadas en la corona del rey. También hay algunas usadas en la cama de Nader Sah y Takht-e Tavus (cama de pavo real).
Museo Arqueológico Nacional
Su importante colección de antigüedades persas completa un amplio recinto repleto de restos de la historia de Irán, como cerámica, alfarería y esculturas. Exhibiendo historia, arte y cultura a través de hallazgos arqueológicos fechados desde el sexto milenio a.C. hasta la llagada del islam en el siglo VII de nuestra era, está entre los seis museos más reputados del mundo. El museo se compone de dos edificios: uno construido a principios del siglo XX, en dos plantas con diferentes sectores cronológicamente ordenados que ponen de manifiesto objetos procedentes de Antigua Persia, y el otro que contiene objetos a partir del siglo VII en dos plantas. Aquí, podemos contemplar obras de arte pertenecientes de la era islámica cuando los árabes derrotaron al imperio sasánida.
Torre Azadí
Esta torre de inconfundible estructura se ha convertido en el símbolo más representativo de la ciudad de Teherán. Su nombre significa torre de la libertad y fue construido para conmemorar el 2500 aniversario del Imperio Persa. Una vez inaugurada, el 16 de octubre de 1971, era conocida como Torre Shahyad en honor al Sah, pero con la Revolución Islámica en 1979, la torre adoptó su nombre actual.
Museo de Alfombra
Ubicado en el noroeste del Parque Laleh, contando con más de cien ejemplos desde todo el país, los que atestiguan la producción de alfombras desde el siglo XVIII en Irán. A pesar de su poca extensión, la colección contiene unas piezas muy valiosas, visita obligada para los amantes de alfombras.
Otros lugares de interés:
Teatre Shahr y los cafés de la zona
Baq-e Ferdows y Museo del Cine
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