Kermanshah
Esta histórica ciudad, datada del siglo IV a. C., está rodeada por los montes Zagros, en la frontera de Kurdistán iraní e Iraq, y con el Behistún como la cumbre más alta se convierte en una de las ciudades más pintorescas del país. Debido a su clima agradable y templado, Kermanshah fue la segunda capital durante la época sasánida. Se estima que algunos pedazos de piedras descubiertos en las cuevas de Kermanshah tienen 200.000 años, pertenecientes a los primitivos seres humanos. Esta ciudad sirve de base para conocer los prodigiosos relieves de Behistún, permanecido del período aqueménida, registrado en el Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2006. Desde el punto de vista económico, Kermanshah es un importante centro comercial en el oeste del país, centrado en la agricultura y la industria. La región es un importante productor de trigo, verduras y frutas, y también contiene fábricas agroalimentarias (azúcar, aceite, harina), de cemento y textiles.
Mezquita Moaven ol-Molk
Un santuario dedicado al Imán Hossein construido en 1886 por Moaven ol-Molk. Convertido en el lugar de celebración de las ceremonias religiosas, consta de tres partes: Hosseiniyeh, Zeinabiyeh y Abbasiyeh. Tanto su exterior como su interior están decorados con azulejos polícromos. El recinto cuenta con dos patios y una sala principal con vidrieras de colores y una cúpula. El interior se adorna con pinturas de sangrientas escenas de las batallas religiosas, animales, personajes de la época y de reyes, y ciudades.
Para llegar a Hosseiniyeh, hay que bajar 17 escalones ya que la estructura está a seis metros bajo el nivel de la calle. Hosseiniyeh tiene un pequeño patio rodeado de varias habitaciones y decorado con arcadas ciegas.
Abbasiyeh consiste en un patio y un edificio de dos pisos en el lado este con las paredes decoradas con azulejos.
Zeinabieh, por otro lado, alberga la tumba de Moaven al-Molk.
Taq-e Bostan
Una serie de relieves e inscripciones talladas en la roca, pertenecientes al período sasánida en el siglo III d. C. En este lugar se encuentran los relieves de la coronación de los reyes sasánidas como el de Ardashir II, junto a los dioses Ahura Mazda y Mitra, el de Shapur II y su hijo Shapur III, y el de Khosrow Parviz, junto a Ahura Mazda y la diosa Anahita, así como unas inscripciones en escritura Pahlavi y momentos capturados de animales embrujados. El contenido de las inscripciones trata de la presentación del rey y la adoración a Dios. La cueva pequeña alberga los relieves de los reyes Shapur II y Shapur III, mientras que la cueva grande, construida en el siglo VI, contiene los de Khosrow II y los dioses. Bajo el arco en los laterales hay dos relieves con escenas de caza por excelencia que cuentan con detalles abundantes.
Behistún
En la montaña sagrada de Behistún, situada en la provincia de Kermanshah en el oeste de Irán, hay una extraordinaria inscripción multilingüe (elamita, babilonio y persa antiguo) tallada en un acantilado de caliza a unos 60 metros sobre la llanura. Este sitio está ubicado en una de las rutas principales que conectaba Persia a Mesopotamia y la inscripción está ilustrada por un bajorrelieve del tamaño real de su creador, Darío I y otras figuras. La inscripción, siendo la única inscripción monumental aqueménida, goza de gran importancia ya que documenta un acontecimiento histórico específico: el restablecimiento del Imperio Persa por Darío I el Grande. Además, Behistún es un testimonio del intercambio de valores humanos a lo largo del desarrollo del arte y la escritura monumental, reflejando tradiciones antiguas en bajorrelieves monumentales. La inscripción fue la primera escritura cuneiforme teniendo 15 metros de alto y 25 metros de ancho. Esta escritura cuya gran parte abarca las victorias del Darío I sobre numerosos pretendientes al trono fue creada en el año 521 a. C. Una vez descifrada en el siglo XIX, se descubrieron otros aspectos previamente desconocidos de las civilizaciones antiguas. El sitio de Behistún de 187 hectáreas expone vestigios de prehistoria hasta el período medo (siglos VIII-VII a. C.), así como del aqueménida (siglo VI-IV a. C.) y épocas posteriores. Sin embargo, el período más significativo lo forman los siglos VI a. C. a VI d. C.
Mansión de Khajeh Barukh
Una casa histórica perteneciente a Khajeh Barukh, uno de los comerciantes judíos de Kermanshah, la cual fue construida en la época de Naser-al-Din Sah. La mansión está ubicada en el barrio judío Feyzabad, hoy en día utilizada como casa de artistas en Kermanshah.
Mezquita Aljama Shafei
Esta mezquita, situada en la ciudad de Kermanshah, era el lugar de peregrinación de la ciudad, la cual conducía a la plaza Javanshir por un lado y al bazar Tarikeh por el otro. Construida por un par de benefactores suníes, la mezquita está de alguna manera inspirada en el estilo de las mezquitas turcas. Establecida en 1945, esta atracción religiosa goza de un estatus privilegiado en el país, ya que la mayoría de los musulmanes chiítas respetan a los suníes y otras religiones divinas. La hermosa mezquita destaca la elegante arquitectura típica de las mezquitas islámicas. Los intrincados arcos y pilares llaman la atención a primera vista. Los techos están impresionantemente decorados con motivos florales. La mezquita también tiene delicados trabajos de estuco adornados con versos del Corán. En la sala de oración principal, se pueden ver ventanas en arco que dejan entrar la luz del sol durante el día.
Bazar de Kermanshah
Se encuentra cerca de la mezquita Shafei y es el principal centro comercial de la ciudad. El bazar, con sus laberínticos callejones, su hermosa arquitectura y muchos productos locales, incluyendo los típicos dulces hechos con harina de arroz, sorprende a los visitantes.
Templo de Anahita
Un templo histórico que se remonta a la era de los partos y sasánidas, ubicado en la ciudad de Kangavar. Según los antiguos persas, Anahita es la diosa y guardiana del agua, la vegetación y la belleza. El monumento cuenta con una superficie de 5 hectáreas donde aún han persistido algunas columnas con una altura de 50 metros.
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