Yalal Al-e-Ahmad

Yalal Al-e-Ahmad

Yaalal Al-e- Ahmad (1923-1969), es un reconocido escritor y crítico social. En un breve esbozo autobiográfico realizado en 1967, no publicado hasta después de su muerte, describió a su familia conservadora, religiosa y moderadamente adinerada. Su padre quería que su hijo hiciera carrera en bazar. Al terminar la escuela primaria, decidió matricularse -sin que su padre lo supiera- en clases nocturnas en Dar-al-fonun, mientras trabajaba durante el día como relojero, electricista y comerciante de cuero. Tras acabar las clases de Dar-al-fonun en 1943, ingresó en la Facultad de las Letras de la Universidad de Teherán, donde se graduó en 1946, y al año siguiente fue contratado como profesor de escuela. Se vio obligado a seguir trabajando como profesor durante toda su vida, a pesar del creciente respeto y popularidad que ganó como escritor.

Yalal se unió al Partido de las Masas de Irán poco después de la Segunda Guerra Mundial. A finales de los años 40, se distanció de este partido pre-soviético. Apoyó el movimiento de nacionalización del petróleo del Dr. Mohammad Mosaddeq. Tras el golpe de estado orquestado por la CIA en 1953, Al-e- Ahmad fue encarcelado por varios años.

En 1950, Al-e- Ahmad se casó con Simin Daneshvar, una escritora de gran talento. Sin embargo, de 1945 a 1968, escribió novelas, ensayos, diarios de viaje y monografías etnográficas. Los temas de sus obras son principalmente cuestiones culturales, sociales y políticas, representaciones simbólicas y expresiones sarcásticas. En sus obras, se centra en las creencias supersticiosas del pueblo llano y su explotación por parte del clero chiíta.

Ha traducido algunas obras al persa, como “Las manos sucias” de Jean-Paul Sartre y “El jugador” de Fiódor Dostoievski.

Al-e-Ahmad viajó a zonas pobres y remotas de Irán e intentó documentar sus vidas, su cultura y sus problemas. En 1962, publicó “Gharbzadegi” (Occidentalismo) que es su ensayo crítico más famoso. En esta obra escribió crítica mordazmente la tecnología y la civilización occidentales y argumenta que el declive de las industrias tradicionales iraníes, como el tejido de alfombras, fue el comienzo de las victorias económicas y existenciales de Occidente ante Oriente. Su mensaje fue ampliamente adoptado por el ayatolá Jomeiní y posteriormente por otros revolucionarios durante la revolución iraní de 1979.

Al-e- Ahmad murió en 1969. Se rumorea que fue envenenado por agentes de Savak, el servicio de seguridad del Sha de Irán.

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