Saadi

Saadi

Musleh al-Din Abdollah Saadi es uno de los poetas más reconocidos de la literatura persa. Su larga vida abarcó todo el siglo XIII, considerado la época clásica de la poesía lírica persa,  que coincide históricamente con las primeras invasiones mongolas, comenzadas en el otoño de 1219 que provocaron la caída del califato abasí.

Los nuevos gobernantes mongoles formaron nuevas cortes alejadas de las poblaciones locales y mostraron poco interés por el género literario casida (panegírico), entonces en su pleno apogeo. Más bien estaban interesados en aludir a sus conquistas políticas y territoriales en la prosa de las obras históricas. En el proceso de la producción de poesía lírica, el género de casida perdió su importancia en favor del género poético de gazal (soneto), el que alcanzó su perfección técnica con Saadi.

Un siglo antes, los poetas expresaban sus sentimientos y emociones amorosas principalmente en la parte introductoria de casida, dedicando poca atención a gazal, pero las devastadoras invasiones mongolas cambiaron el panorama social y fomentaron el misticismo y el deseo de escapar del mundo. Por otra parte, los nuevos gobernantes mongoles estimularon el género literario de la historiografía, deseosos de que sus hazañas pasaran de generación en generación. En este fondo histórico y literario, Saadi nació en 1184 en Shiraz, en la región de Fars. Lo que sabemos de él se basa en recopilaciones de información biográfica sobre poetas, junto con una antología de poemas e información autobiográfica de sus obras. Su padre murió cuando él tenía tan solo 12 años.

Saadi, ya iniciado en el sufismo por el gran místico Suhrawardí, pasó el último periodo de su vida en la serenidad y murió en Shiraz en 1291. La producción literaria de Saadi es variada. Sólo alcanzó la fama tras su regreso a Shiraz en 1256-57, cuando compuso Bustán (El vergel) que está escrito enteramente en verso y, un año después, Golestán (La rosaleda) cuya mayoría parte consiste en prosa, consideradas como sus obras principales.

La Perla

Una gota de lluvia cayó de una nube al mar

¿Quién soy yo al lado del océano?

Estoy perdida y desapareceré en s inmensidad

Dios oyó esta humilde confusión, de modo que la gota fue recogida dentro de una concha

de nácar, donde se transformó en una perla de un tamaño y un color magníficos.

Más tarde, fue pescada y adornó la diadema de un rey.

Del Golestán.

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