Firuzabad, Sarvestán, Bishapur
Paisajes arqueológicos sasánidas de la región de Fars
Situados en el sureste de la provincia iraní de Fars, los ocho yacimientos se reparten en tres zonas geográficas: Firuzabad, Bishapur y Sarvestán. Las estructuras fortificadas, los palacios y los restos se remontan a los principios y a los finales del Imperio sasánida, que se extendió por la región entre el 224 y el 658 d. C. Los sitios incluyen la primera capital del fundador de la dinastía, Ardacher Babakan, así como la ciudad y las estructuras arquitectónicas de su sucesor, el rey Shapur I. Este paisaje arqueológico, basado en una explotación óptima de la topografía natural, es el testigo de la influencia de las tradiciones culturales aqueménida y parta y del arte romano, que tuvo un impacto significativo en la arquitectura del periodo islámico.
El paisaje arqueológico sasánida de la región de Fars está influenciado por las tradiciones culturales y rituales aqueménidas y partas y se remite a sus planteamientos arquitectónicos y artísticos. Así lo ilustran las técnicas de talla de los relieves de Firuzabad y Bishapur, y la escultura de Shapur en Tang-e Chogan. Asimismo, especialmente en Bishapur, se reflejan bien las influencias del encuentro con el arte y la arquitectura romanos. El plan urbano sasánida inspiró el urbanismo en toda la región hasta el periodo islámico, y el monumento de Sarvestán muestra cómo el lenguaje arquitectónico sasánida siguió utilizándose a principios del periodo islámico.
La región es testigo de la temprana civilización sasánida y de su contribución a la difusión y establecimiento del zoroastrismo. La ubicación de las dos primeras ciudades sasánidas dominantes es una prueba de la legitimidad y la jerarquía del poder, así como de las ceremonias rituales.
El paisaje arqueológico sasánida representa un sistema muy eficaz de uso del suelo y de uso estratégico de la topografía natural en la creación de los primeros centros culturales de la civilización sasánida. Utilizando materiales de construcción locales y basándose en el uso óptimo de los recursos naturales circundantes, como montañas, llanuras y ríos, se ha configurado en el paisaje un conjunto diverso de estructuras urbanas, castillos, edificios, bajorrelieves y otros monumentos relevantes. La gestión del agua desempeña un papel fundamental en la fundación de los monumentos.
Qaleh Dokhtar, el palacio de Ardacher y Sarvestán, a pesar de haber sufrido terremotos en el pasado y estar sometidos a visibles procesos de deterioro, pueden considerarse auténticos en cuanto a su forma y diseño. La bóveda del pórtico (iwan) principal del palacio de Ardacher en Firuzabad se ha reconstruido parcialmente con revestimiento de hormigón y piedra.
Tras la caída del Imperio Parto, los sasánidas tomaron el poder fundando un nuevo imperio persa: los sasánidas, los que gobernaron Persia desde la caída de los partos hasta la invasión árabe en el año 636. El término sasánida deriva de “Sassan”, el sacerdote del templo de Anahita (la diosa del agua) en Istakhr, una ciudad de Fars, que en aquella época formaba parte del Imperio Parto. Babak, su hijo, gobernador de la ciudad, aprovecha la guerra de sucesión entre los pretendientes al trono, se rebela y se proclama rey de Persia. Ardacher I (Artajerjes), quien sucedió a su padre (Jerjes), expandió su reinado hasta las provincias vecinas. Artabán IV, el último rey parto, empezó una guerra contra él. Sin embargo, Ardacher, tras haberle vencido, comenzó a conquistar el resto de las provincias iraníes y mesopotámicas y fue coronado Shahanshah (Rey de Reyes) en Ctesifonte en el año 226 d.C. Su hijo Shapur I subió al trono en el año 241 d.C. y continuó su estrategia de expansión con objetivos hacia el este, hacia Afganistán y las estepas asiáticas, y hacia el oeste, hacia el Mediterráneo y las fronteras romanas.
Bishapur, la antigua capital del Imperio sasánida, se construyó con la ayuda de los soldados romanos capturados en la batalla de Edesa entre el emperador romano Valeriano y el rey sasánida Shapur en el año 260 d.C. Un poco más lejos de la ciudad de Bishapur, en ambas orillas del río Chogan, nos sorprenderán los seis grandes bajorrelieves de la costa rocosa donde los emperadores sasánidas esculpieron sus victorias.
Los bajorrelieves de Ardacher y Tang-e Chogan conservan en gran medida su estado auténtico, a pesar de la transformación del terreno debido a las actividades agrícolas. En general, la mayoría de los componentes conservan sus aspectos auténticos tal y como eran en la época sasánida.
El castillo sasánida de Sarvestán, es uno de los principales castillos del periodo sasánida. Sarvestán era el palacio de caza de Bahram Gur, rey sasánida, que iba allí a cazar cebras de la región (antes de la desertización de la meseta iraní). El palacio de caza data del siglo V d.C. y es un excelente ejemplo para entender las técnicas de construcción de la cúpula. La arquitectura de este palacio es un buen ejemplo para entender las técnicas de construcción de la cúpula sobre troncos, la transición de una base cuadrada a una forma circular. El pabellón de caza de Bahram cuenta con todos estos elementos.
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