Arte y Oficio en Cerámica, Porcelana o Terracota
La producción de cerámica en Irán es una de las principales ramas de la artesanía tradicional iraní, que ha prevalecido desde los albores de la civilización y ha sufrido varios cambios en términos de desarrollo, innovación y decoración. Sólo en dos países de Grecia y China la creación de la cerámica es comparable con la de Irán.
Durante el período parto, el arte de la alfarería se desarrolló como un arte tradicional puro extendiéndose gradualmente desde el Éufrates hasta China, desde Siberia hasta la India, y desde las tierras altas de Mongolia hasta el Bósforo. Los iraníes, más avanzados en este arte que otras naciones, se consideran como los inventores de esta industria, incluso los que la llevaron a China. Además, a partir de las excavaciones realizadas en el Templo de Anahita en Kangavar, al oeste de Irán, se puede dar cuenta de que en aquella época dos tipos de platos, cuencos y jarras fueron comunes: recipientes de cerámica sin vidriar y un tipo de cerámicas esmaltadas en rojo, gris y verde y blanco.
En el período sasánida, el arte de la alfarería permaneció tal como era en el período aqueménida incluyendo cuencos, jarras, jarros y esculturas de animales; y las jarras, jarros y cuencos decorados con motivos geométricos y vegetales y, a veces, con la caligrafía pahlaví. Las placas esmaltadas con dibujos de peces y cabezas de ganado, decorados con motivos toscos, fueron hechas particularmente por alfareros del período sasánida, distinguibles de los períodos aqueménida y parta. Hoy en día, parte de estas obras de distintas épocas se conservan en el Museo Nacional de Irán.
El período selyúcida puede considerarse la edad de oro de la porcelana iraní, ya que en este período se juntaron todos los técnicos anteriores para producir objetos finos y cuidadosamente decorados. Se aplicaban los siguientes tipos de trabajo: dibujo con esmalte o sin esmaltar el objeto, relieve, grabado bajo o sobre esmaltes, dorado, etc. En la época safávida, Sah Abbas invitó a los alfareros chinos para entrenar a los alfareros iraníes con el objetivo de producir patos chinos en Irán.
Según los investigadores, las cerámicas de Juzestán, Guilán, Sistán y Baluchistán, Hamedán, especialmente Lalejin y la aldea de Shahreza, vinculan la alfarería prehistórica de Irán a la actual del país. Algunos talleres recién conocidos a nivel internacional son los de Meybod, Yazd, Natanz, Isfahán, Kashan y Teherán.
Susa, Shahr-e Sukhteh (ciudad quemada), Tepe Sialk y Ecbatana siguen siendo los sitios arqueológicos más importantes que han enriquecido los recursos de varios museos del Irán: Museo Nacional de Teherán, Museo Nacional de Azerbaiyán en Tabriz, Museo de Ecbatana en Hamedán.
Comentarios