Takht-e Soleimán

Takht-e Soleimán

El sitio arqueológico de Takht-e Soleimán, en el noroeste de Irán, está situado en un valle en medio de una región de montañas volcánicas. El sitio incluye el principal santuario zoroastriano, parcialmente reconstruido durante el período iljaní (siglo XIII), y un templo dedicado a Anahita del período sasánida (siglos VI y VII). La arquitectura del Templo del Fuego, así como la de las salas de reunión de los reyes y otros palacios, influyó significativamente en el desarrollo arquitectónico durante el período islámico, que tuvo lugar tras la disolución del dominio sasánida en el siglo VII d. C. Takht-e Soleimán también se asocia con creencias mucho más antiguas que el zoroastrismo, así como con importantes figuras y leyendas bíblicas.

El sitio consiste en una plataforma ovalada que se eleva unos 60m sobre el valle circundante. Tiene un pequeño pozo artesiano de piedra caliza, que ha formado un lago de 120 m de profundidad. Desde allí, pequeños arroyos llevan agua a las tierras circundantes. Los sasánidas ocuparon el lugar desde el siglo V en adelante, construyendo el santuario real allí. El santuario estaba rodeado por un muro de piedra de 13 metros de altura, 38 torres y dos entradas al norte y al sur. El edificio principal es el Templo del Fuego de Zoroastro o Azargoshnasb, que se encuentra en la orilla norte del lago. Este templo, construido de ladrillo, tiene una planta cuadrada típica de los templos de fuego sasánidas. Este criterio arquitectónico de los sasánidas se convirtió en un modelo ejemplar para la construcción de otros lugares de culto en el período islámico. Al este del templo, hay otro salón cuadrado reservado para el “fuego eterno”. Al este está el templo de Anahita y las residencias reales están situadas al oeste de los templos.

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