“El Panorama de Persia”
La Media Luna Fértil de Persia
15 días / 14 noches
“El panorama de Persia” es un viaje para conocer los cuatro puntos más importantes de Irán: Kurdistán, Susa, Persépolis e Isfahán, y descubrir la antigua civilización de la meseta iraní rastreando las huellas de los elamitas, a través del templo riguroso en la región histórica de la Media Luna Fértil; el zigurat de Choga Zanbil. En Elam, situado al sureste de Irán, que más tarde formó parte de Persia, sucedió un proceso de aculturación entre los elementos elamitas e iraníes durante varias décadas el que dio lugar a su poder político precisamente durante el Imperio aqueménida. Además de visitar el templo sagrado de los elamitas, conocemos los orígenes de la festividad judía “Purim” y a las dos figuras más relevantes en la historia judía: Ester y Mardoqueo. Durante el viaje, cruzando las montañas de Alborz entre Hamedán y Kermanshah, en Behistún, visitaremos el bajorrelieve más notable perteneciente a la época de Darío I en el siglo V a. C.
Viajaremos a los rincones más importantes de la arqueología y antropología de Irán porque es la única manera de conocer las etnias, idiomas y religiones existentes en este país. Después de visitar Teherán, la capital moderna del país, continuamos el viaje hacia Hamedán, Kermanshah, Ahvaz, Shiraz, Yazd e Isfahán. Estas son las ciudades más históricas que se encuentran en el oeste, suroeste y centro del país, las que enriquecen el trasfondo cultural de viajeros representando la historia de la civilización iraní.
Hay pocos lugares en el mundo que pueden ofrecernos la oportunidad de visitar un templo pagano perteneciente al siglo XIII a.C., una sinagoga en la ciudad antigua Ecbatana, un templo de fuego zoroástrico y la mezquita más hermosa de Irán en Isfahán. En Irán, la cultura religiosa es un tema relevante de tal forma que hay una metamorfosis entre el culto al zoroastrismo y el chiismo. El procedimiento de cambios religiosos en Irán despierta un gran interés ya que incluso hoy en su viaje pueden ver algunos lugares de culto de las grandes religiones del mundo, como: el zigurat de Choga Zanbil en Susa, la Sinagoga en Hamedán, el Templo del Fuego en Yazd, la Mezquita Nasir-ol-Molk en Shiraz y la Catedral de Vank en Isfahán. Pasando por Ahvaz, Shiraz, Isfahán, Teherán y Kashan nos veremos obligados a admirar una tierra llena de hermosura fascinante que nos narrará una historia genuina heredada de la antigua civilización de los elamitas.
El circuito del panorama de Persia pasa a través del área oeste y suroeste de Irán hasta la región de Fars en el sur del país. Los sitios arqueológicos milenarios, la elegancia de las ciudades y la hospitalidad del pueblo iraní dejan sin palabras a los viajeros, incluso a los más desconfiados.
SALIDA/ REGRESO | Aeropuerto Internacional IKA | ||||
HORA DE SALIDA | Estar presente en el aeropuerto con una antelación de 3 horas antes de la hora de salida. | ||||
INCLUIDO |
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NO INCLUIDO |
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Día 1 ; País de origen – Teherán
Salida en el vuelo programado a la capital de Irán, Teherán, ubicada al pie de las montañas Alborz. Encuentro en el aeropuerto con el guía de SITO TRAVEL. Traslado al alojamiento y registro de entrada.
Día 2 ; Teherán
Comenzamos el viaje visitando Teherán, la capital del Irán y también la ciudad más dinámica y próspera del país. Con una población superior a los 13 millones de habitantes, Teherán presenta la atmósfera bulliciosa propia de cualquier gran capital del mundo, al tiempo que se revela como la piedra angular de la historia contemporánea de Irán y ofrece una extraordinaria oferta cultural al viajero, entre la cual destaca el espectacular museo nacional de joyas, donde se expone la más importante colección de joyas preciosas del mundo.
La preocupación iraní por los desarrollos artísticos, las recientes intervenciones arquitectónicas y el resurgir de muchos cafés de estilo tradicional han hecho de la ciudad un fascinante laberinto que reserva al visitante una sorpresa en cada rincón.
Visitando Teherán:
- El Museo Nacional de Irán exhibe historia, arte y cultura a través de hallazgos arqueológicos fechados desde el sexto milenio a.C. hasta la llagada del islam en el siglo VII de nuestra era. El museo atesora una maravillosa colección de piezas de cerámica y bronce y, además, programa dos exposiciones temporales al año en colaboración con relevantes museos internacionales como los de Berlín o Venecia.
- El Palacio de Golestán se encuentra junto al Gran Bazar y se trata de un imponente complejo palacial con origen en el siglo XVI, cuando Teherán comenzó la transformación que le llevaría a pasar de ser un pequeño pueblo a convertirse en una verdadera ciudad. El significado de Golestán es “campo de flores”, nombre que hace honor a los maravillosos jardines persas presentes en el lugar. La historia contemporánea de Irán está tan en deuda con este complejo que Mohammad Reza Pahlavi, el último shah de Irán, celebró aquí su coronación, anunciándose como sucesor de Ciro el Grande. Después visitaremos la entrada del Gran Bazar de Teherán, donde, entre sus 10 kilómetros de galerías, se dice que es posible encontrar cualquier objeto imaginable.
- El Museo Nacional de Joyas (abierto solo de sábado a martes) se encuentra protegido por una gran estructura de acero de 25 cm de espesor en las profundidades subterráneas del Banco Nacional Central de Irán. El museo alberga las joyas de la realeza persa, todo tipo de piedras preciosas, una gran variedad diademas y tiaras, así como las coronas de las dinastías Pahlavi y Qajar y el diamante rosa más grande del mundo, Darya-e Nour (182 quilates). Este diamante fue traído a Irán como símbolo de las campañas victoriosas de Nader Shah en la India en 1739.
La visita al Museo Nacional de Joyas puede sustituirse con el Museo de la Alfombra.
- Dar un paseo por el Puente de Tabiat (Pol-e Tabiat), obra moderna de la capital iraní, Teherán. El puente es una zona peatonal, construida sobre una de las carreteras principales de la cuidad conectando dos colinas verdes. El Puente de Tabiat fue diseñado por una mujer iraní de 26 años cuyo nombre es “Leila Araqian”. Tras su inauguración en 2014, ha ganado muchos premios internacionales. La diseñadora ha expresado que el motivo de esta obra fue acercar a la gente.
Cena en un restaurante y alojamiento en el hotel.
Día 3 ; Teherán – Hamedán
El Imperio medo fue un imperio asiático, el que se estableció en la meseta iraní donde permanecieron para vivir y gobernar. Posteriormente, en el siglo VIII a. C., la importancia de los medos aumentó considerablemente y un siglo más tarde toda la región occidental del país y algunos territorios vecinos fueron atribuidos al poder del Imperio medo. Ecbatana, la capital de los medos, fue el centro político y su nombre ha sido mencionado en la inscripción de Behistún. Este nombre, Hagmatana, ha sido interpretado Ecbatana por Heródoto, historiar griego, y otros autores clásicos. Aunque los medos se sometieron a los persas, mantuvieron puestos importantes de tal modo que no eran distinguibles de los persas.
Inicialmente, las fronteras occidentales de los principados medos, independientes entre sí, no se extendían mucho más allá de las fronteras occidentales de la llanura de Hamedán. Su territorio original de comunicación, como lo conocían los asirios durante el período comprendido entre el último tercio del siglo IX y principios del siglo VII a. C., estaba muy delimitado por el norte y el noroeste. Los medos no tuvieron más alternativa que expandir su territorio por el suroeste y ocuparon el valle de Zagros.
Empezamos el día con la visita de la antigua capital de los medos:
- Ecbatana: según Heródoto la antigua ciudad de Ecbatana es un conjunto arquitectónico construido sobre una colina, rodeado por siete círculos de murallas de modo que las almenas de cada muralla superaban a las del próximo círculo. Las almenas de estos círculos están pintadas de varios colores y las de los dos círculos interiores están cubiertos de plata y oro, respectivamente. Según las inscripciones aqueménidas en el siglo VI a. C. los orfebres de Media adornaban las paredes de palacios reales de la capital imperial de Susa. El arte de los medos, sin embargo, sigue siendo un tema de especulación. Al parecer, esta situación perdurará hasta que se descubran y estudien los palacios reales de Ecbatana.
- El centro histórico de Hamedán, desde el punto de vista urbano, tiene un diseño radial, el que en algunos aspectos se ha inspirado directamente en Ecbatana. La Plaza Imam Khomeini tiene un papel fundamental para conocer meticulosamente los cambios sufridos durante una profunda renovación en las últimas décadas. Esta plaza con 6 amplias avenidas conecta la zona central con diversos barrios de importancia social y religiosa, incluidos el Gran Bazar de Hamedán, la Tumba de Ester y Mordejai y el Mausoleo de Avicena, filósofo y médico persa conocido como Abu Ali Sina en Irán.
- El Mausoleo de Avicena: Avicena (980-1037 d. C.), nació en Afshana una aldea cerca de Bujará en Jorasán. A cabo de unos años, él junto con su familia se trasladó a Bujará, la capital de lo samaníes donde fue el activo centro cultural del país. Avicena se dedicó a estudiar los saberes de la época y completó sus primeros estudios bajo el control de los maestros más prominentes de aquel tiempo. Dada la disponibilidad de maestros y bibliotecas, la alta posición de su padre en la administración samaní y su precocidad en la carrera medicina, a los dieciocho años, gozaba de fama como médico y amplió sus conocimientos en todas las ciencias griegas. Tras el fallecimiento de su padre, se le asignó un puesto administrativo, el de gobernar el distrito. Su obra magna, el “Canon de Medicina”, se utilizaba como un libro de referencia durante siglos incluso en Montpelier hasta 1650. A pesar de que sus obras se limitaron al campo de la medicina, tenía un gran interés en la música, la metafísica, la química, la filosofía y la astronomía.
El Mausoleo de Avicena es un complejo ubicado en la plaza de Avicena que cuenta con una biblioteca, un pequeño museo y una torre con forma de huso inspirada en la Torre Kavus.
- Mausoleo de Ester y Mordejai: Hamedán es el guardián de uno de los eventos más importantes de los judíos, Purim. De hecho, esta fiesta se celebra anualmente el 14 del mes judío Adar, la cual recuerda a la salvación milagrosa del pueblo judío mediante la intervención de Ester, una joven judía que ocultaba sus orígenes judíos. Amán, el ministro malvado del rey aqueménida Jerjes I, le había pedido el holocausto de todos los judíos de su reino. En Purim se lee en voz alta el libro de Ester.
- Terminamos las visitas con la Cúpula de Alavia, peculiar ejemplo de arquitectura selyúcida. Es un edificio de planta cuadrada decorado con estuco, material típico utilizado en las estructuras selyúcidas del siglo XIII. Esta visita nos permite conocer los detalles de adornos de los lugares de culto y los observatorios construidos durante la época selyúcida. De hecho, cuando visitemos las cúpulas roja y azul en Maraghe, incluso a distancia, percibimos en seguida las similitudes decorativas y arquitectónicas en la forma y fachada de los edificios y monumentos.
Cena y alojamiento en el hotel.
Día 4 ; Hamedán – Kangavar – Behistún – Kermanshah
Por la mañana salida hacia Kermanshah, la capital de la provincia Kermanshah. En el camino, visitaremos el sitio arqueológico de Kangavar y el templo de Anahita (la diosa de agua). Luego seguimos hacia Behistún, declarado Patrimonio de la Humanidad, cuya fama está en deuda con una inscripción monumental en piedra, la cual fue ordenada por Darío I.
- Behistún: este sitio está situado en una de las rutas principales que conectaba Persia a Mesopotamia y cuenta con vestigios desde el período prehistórico hasta el de los medos, los auqeménidas, los sasánidas y los iljanatos. El relieve de Darío I, que escenifica la victoria del reino aqueménida sobre Gaumata y los 9 rebeldes, y la inscripción a la escritura cuneiforme, que narra las hazañas de Darío I el Grande, ascendido al trono en 521 a. C., se consideran los monumentos más destacados de este sitio. El relieve de Darío describe su relato del ascenso frente al usurpador Gaumata y su adquisición de poder. Alrededor del relieve hay inscripciones de 1200 líneas que trazan las batallas de Darío contra los gobernadores, quienes intentaron dividir el imperio fundado por Ciro el Grande. Las inscripciones están escritas en tres idiomas: persa antiguo, elamita y babilonio. La más antigua, escrita en elamita, narra las leyendas sobre el rey y las rebeliones, mientras que lo sigue una versión babilónica del mismo contenido. La última parte es la más importante ya que fue cuando el antiguo persa fue introducido por Darío por primera vez. La inscripción, siendo la única inscripción monumental aqueménida, goza de gran importancia ya que documenta un acontecimiento histórico específico: el restablecimiento del Imperio Persa por Darío I el Grande. El sitio de Behistún de 187 hectáreas expone vestigios de prehistoria hasta el período medo (siglos VIII-VII a. C.), así como del aqueménida (siglo VI-IV a. C.) y épocas posteriores.
- Taq-e Bostan: tras la caída del imperio parto, los sasánidas recuperaron el poder fundando un nuevo imperio persa: el imperio sasánida. Esta dinastía, fundada por Ardacher I, gobernó desde 226 hasta 651 d. C., cuando Yazdgerd III perdió la guerra contra los califatos islámicos. El término sasánida deriva de Sasan, nombre del sacerdote del templo de Anahita (la diosa de agua), en Istakhr, una ciudad en Fars, la que formaba parte del imperio parto en aquel momento. Su hijo, Babak, gobernador de la ciudad, sacó partido de las disputas sobre sucesión entre los pretendientes al trono a principios del siglo III y se proclamó rey de Persia. Ardacher I, también conocido como Artajerjes por las poblaciones de habla griega, derrotó al ejército parto y, por consiguiente, el imperio sasánida expandió sus colonias cada vez más conquistando las provincias iraníes y mesopotámicas restantes. Ardacher, se coronó en Ctesifonte en 226 d. C. y se denominó Shahanshan (rey de reyes).
Taq-e Bostan es el único lugar donde nos brinda la oportunidad de conocer los detalles de unos elaborados relieves que celebran la coronación de Ardacher II y Khosro II, representados junto a figuras relevantes como Ahura Mazda, Mitra y Anahita. Bajo el arco en los laterales hay dos relieves con escenas de caza por excelencia que cuentan con detalles abundantes.
Cena y alojamiento en el hotel.
Día 5 ; Kermanshah – Ahvaz
Partimos hacia Ahvaz para descubrir Susa, la antigua capital del Imperio Persa. Luego, nos dirigimos a Chogha Zanbil, el sitio arqueológico más antiguo del itinerario.
- Susa: la ciudad de Susa estaba bajo el dominio mesopotámica o elamita (2400-1500 a.C.) hasta cuando los aqueménidas dominaron Persia y más tarde todos los reinos antiguos del Cercano Oriente hasta Egipto. Para los mesopotámicos, a los que les atraía la riqueza natural de la meseta iraní que no se encontraba en su territorio como madera, piedra y metal, esta ciudad era como una parada para transportar bienes en dirección contraria del territorio elamita hacia este. Hasta el siglo VI a.C., bajo el liderazgo de Ciro el Grande y luego Cambises II, los aqueménidas ya habían conquistado la mayoría de las tierras africanas y asiáticas conocidas por los nombres: Mesopotamia, Siria, Libia, Egipto, Palestina y Anatolia (Asia Menor). A los principios del siglo V a.C., Darío el Grande gobernaba a los persas cuya estrategia no estaba basada en nuevas conquistas, sino organizar perfectamente el imperio heredado. Él dividió el territorio imperial en 20 provincias las que solían llamarse “satrapías” y sus gobernadores se llamaban sátrapas (protector de la tierra). A pesar de que los sátrapas disponían de amplio poder militar y civil, podían ser depuestos por orden del rey. En aquel momento, no había carreteras salvo algunas cortas conduciendo desde una ciudad a su santuario o puerto marítimo. Para conectar todas las partes del imperio, Darío llevó a cabo la tarea extraordinaria de construir una carretera de 2683 km de largo, el Camino Real, que conectaba Susa en el centro de Asia a Sardis en el Mediterráneo. Susa, durante el reinado de Darío y Jerjes, se convirtió en la capital política y administrativa gracias a las conexiones proporcionadas por esta carretera. Antes de Darío, esta ciudad era la capital del reino de Elam y en 1175 a.C. el gobernante Shutruk-Nahhunte llevó botines de Babilonia a Susa incluyendo la estela famosa con el código de Hammurabi. Tras la destrucción de la ciudad causada por el ataque de Assurbanipal, el último rey de Asiria, se convirtió en la residencia imperial de los aqueménidas en 646 a.C.
Para comprender la historia de Irán, primero hay que conocer la civilización más antigua de la meseta iraní: Elam. Los habitantes de Mesopotamia utilizaban este término para referirse a los que estaban establecidos al este durante la Tercera Dinastía de Ur. Unos siglos más tarde, alrededor del siglo XVIII a.C., y poco antes de que Hammurabi ascendiera al trono en Babilonia el término Elam también se atribuía a los gobernantes de Susa. De hecho, esta palabra nació para indicar generalmente a los extranjeros que vivían en las montañas al este de las tierras bajas de Mesopotamia cuando su élite tomó poder en la ciudad de Susa, haciendo destacable lo que antes se limitaba a valles remotos de la cordillera Zagros.
- El zigurat de Choga Zanbil: la religión elamita no es una cuestión fácil de entender ya que la mayoría de las fuentes epigráficas y arqueológicas provienen de Susiana, una región bajo la gran influencia de la cultura mesopotámica. Por consiguiente, muchas deidades sumerias y acadias se beneficiaron de templos y cultos tanto en Susa como en Elam. A lo largo del período de la autoridad elamita en la Acrópolis de Susa, había templos dedicados tanto a la divinidad suso-mesopotámica como la divinidad propiamente elamita. De hecho, hay una clara impresión de que el politeísmo era, como en Mesopotamia, la religión omnipresente en la vida susiana. De vez en cuando los evangelizadores babilónicos se presentaban en presencia del rey, viajando unos 35 km desde Susa hacia el sureste, donde Untash-Napirisha fundó una nueva ciudad llamada Dur-Untash, hoy conocida bajo el nombre Choga Zanbil. El dicho topónimo, cuyo significado es montículo de canasta, probablemente nació en referencia a la masa de tierra conformada por agentes atmosféricos en forma de canasta boca abajo. El zigurat tiene cuatro pisos encajados verticalmente sobre un templo cuadrado con una altura más de 50 m, rodeado por numerosos edificios, templos y palacios, protegido por tres paredes. El zigurat está formado por una estructura masiva en ladrillo crudo, reforzada por vigas de madera con revestimiento externo en ladrillo cocido. Cada piso en zigurat tiene una función específica: en la parte superior está sanctum sanctorum con un altar y estatuas de la deidad patrona, a la cual sólo el rey-sacerdote tenía acceso. En los pisos intermedios hay escuelas de escritura y mientras tanto subimos las escaleras, están las habitaciones de los sacerdotes. En la parte inferior están los almacenes y tabletas de arcilla en las que se registran los contratos o la cantidad de bienes entregados al templo.
En la zona exterior, además de diseño de perilla, hay hileras de ladrillo cuya cara visible tiene inscripciones. Entre cada diez ladrillos no tallados hay uno tallado con la siguiente inscripción:
Yo (soy) Untash-Napirisha hijo de Humpan-Umena, rey de Anshan y Susa.
Para que (yo) pueda prolongar mi vida, mi próspera dinastía, ¿no veo el final? … de mi descendencia.
El Sian en ladrillo (y) el Kukunum en (ladrillo) Upkum que construí. Se los ofrecí al dios Inshushinak de Sian-kuk …
He levantado el zigurat
Lo que he intentado lograr puede complacer al dios Inshushinak.
Llegada a Ahvaz. Cena y alojamiento en el hotel.
Día 6 ; Ahvaz – Shiraz
Salida hacia Shiraz, por la ruta larga entre Juzestán y Fars, dos regiones que nos permiten visitar las ruinas de la ciudad Bishapur y bajorrelieves del estrecho Chogan (Tange Chogan).
Tras la caída del imperio parto, los sasánidas recuperaron el poder estableciendo un nuevo imperio persa: la dinastía sasánida. El nombre sasánida se refiere a la dinastía que gobernó en Persia entre los partos y la conquista islámica en 636 d.C. Este término se deriva de Sasan, nombre de un sacerdote en el Templo de Anahita (la diosa de agua), en Istakhr. Esta ciudad en Fars formaba parte del Imperio parto. Babak, gobernador de la ciudad, sacó partido de conflictos sobre sucesión de pretendientes al trono y a los principios del siglo III se rebeló y se proclamó rey de Persia. Ardacher I sucedió a su padre y expandió su dominio a las provincias vecinas hasta el punto que Artabanus IV, gobernante parto, declaró guerra contra él. En esta guerra los sasánidas derrotaron al ejército parto y pudieron conquistar las provincias iraníes y mesopotámicas y Shahan Shah (rey de reyes) fue coronado en Ctesifonte en 226 d. C. Tras él, su hijo Shapur I ascendió al trono en 241 d. C. continuando la política expansionista de su padre concentrando en el este de Afganistán, estepas asiáticas, oeste, Mediterráneo y fronteras romanas.
- Bishapur, la antigua capital del Imperio sasánida, fue construida con la ayuda de soldados romanos derrotados por Shapur I en la batalla de Edesa en 260 terminando con el encarcelamiento del emperador Valeriano. A ambos lados del río de Chogan, un poco lejos de la ciudad de Bishapur, nos sorprenderán los seis bajorrelieves grandes de la costa rocosa en los que los emperadores sasánidas esculpían sus victorias.
Después de visitar Bishapur y los bajorrelieves a ambos lados del río, continuamos el hermoso camino montañoso hacia Shiraz.
Llegada a Shiraz. Cena y alojamiento en el hotel.
Día 7 ; Shiraz
La ciudad de Shiraz se trata de la capital de la región administrativa de Fars o Pars. Un solo momento de reflexión sobre este último vocablo es suficiente para entender que nos encontramos en el corazón geográfico de la historia de Irán, la región donde Darío mandó edificar la capital de su imperio: Persépolis, la ciudad de los persas.
La relevancia histórica de la región no se limita a la época aqueménida, pues su capital se trata de una ciudad clave en la historia de Irán. En Shiraz la poesía persa se vuelve tangible; los jardines, bazares y mezquitas de su centro histórico, impregnados de cultura, envuelven al viajero en su visita. Los habitantes de la ciudad se refugian en sus casas al mediodía para reaparecer en torno a la ciudadela Arg por la tarde, donde la actividad prosigue hasta altas horas de la noche.
Los shirazíes son conocidos por su gusto por la naturaleza y las comidas campestres, y son considerados como las personas más animadas y divertidas de Irán. Para descubrir la atmósfera dionisíaca de Shiraz (el nombre de la ciudad lo dice todo, ya que hace referencia a la forma de una serpiente), el viajero no debe dejar de visitar la tumba del poeta y místico persa “Hafez” o recorrer las calles del Bazar Vakil, el lugar donde tantos comerciantes europeos llegaron en busca del famoso producto del dios Baco.
Visitando Shiraz:
- El bazar Vakil: es único debido a su arquitectura de ladrillos de colores y los techos arqueados para mantener el aire fresco en verano y el calor en invierno.
- Caravanserai Moshir: originariamente un bazar tradicional, ha sido utilizado como museo y restaurante tradicional y tetería. Después de la revolución islámica estuvo cerrado durante algunos años. Se ha convertido en un lugar donde se producen artesanías y productos de todo tipo. Se encuentra junto al bazar Vakil.
- La Mezquita Nasir-ol-Molk: con sus coloridos azulejos, el término “elegancia” encuentra su verdadero significado en este espacio sagrado. El clima primaveral de Shiraz no se refleja accidentalmente en las paredes, ventanas de vidrio y exquisitas decoraciones de azulejos. Esta mezquita es una obra maestra de los finales del siglo XIX, también conocida como “la Mezquita Rosa”, siendo un lugar muy acogedor, donde el mundo cromático de pétalos de rosa, iris y demás llama la atención a primera vista.
- Madrasa del Khan cuyas decoraciones de flores rosadas y azules con pájaros se refieren a las pinturas al fresco de los palacios safávidas.
- El pabellón y el jardín de Narenjestan, también conocido como el jardín de Qavam, se remonta a la época de Qajar. El nombre del jardín “Narenjestan” proviene de naranjos agrios o bergamota, por lo cual no nos sorprende que Shiraz sea la ciudad más famosa por sus bergamotas que se encuentran en las calles de la ciudad. Narenjestan era un lugar donde la gente iba con fines administrativos y se celebraban reuniones públicas, así como las entre dignatarios y nobles de Qajar.
Cena en un restaurante y alojamiento en el hotel.
Día 8 ; Shiraz –Naqsh-e Rostam- Persépolis
Después del desayuno, dedicamos la mañana a la excursión a los magníficos lugares antiguos de Persépolis y Naqsh-e Rostam, admirando los restos arqueológicos aqueménidas del siglo IV a. C.
y sasánidas del siglo III d. C. En el camino de regreso a Shiraz, descubriremos algunos elementos de la historia islámica medieval.
- La tumba de Hafez: Hafez Shirazí es el gran poeta del siglo XIV, un místico sufí. La dulzura de la filosofía persa nace en sus poemas. Lo que inmortaliza al poeta está más allá del significado de su poesía, su pensamiento “sufí”, que lo hace destacado para todos los lectores. Sorprende la vinculación de los versos de Hafez con Baco y Venus. Por lo tanto, leer el Diván de Hafez es como dar un paseo por su jardín celestial para comprender la contradicción que existe entre el dulce estilo iraní y la modernidad: ¡Puede que parezca subversivo este poema!
- En el camino visitamos Naqsh-e Rostam que es una necrópolis, cuya visita es altamente recomendada, donde se conservan las tumbas de piedra de los grandes reyes aqueménidas. No es exagerado decir que este sitio es el más rico desde el punto de vista arqueológico en Irán ya que en un solo sitio se puede contemplar la historia de Irán desde los elamitas hasta la derrota de Valeriano contra Shapur: hay un altorrelieve antiguo elamitas, 1300 a.C., formas especiales de tumbas reales e inscripciones en persa antiguo, 400 a.C., y los documentos sasánidas más importantes.
- Luego, partimos hacia Persépolis: es una ciudad ceremonial, construida por Darío I el Grande en 524 a.C. para celebrar la fiesta Nowruz (Nuevo Día), el Año Nuevo persa. Como venganza por los saqueos de Jerjes I en las guerras Médicas, Persépolis fue conquistada y quemada por Alejandro Magno. En la excursión a Persépolis se explica minuciosamente la magnífica ciudad, construida por los mejores artesanos del mundo conocido, quienes percibieron salarios y seguros de acuerdo a la ley real. En este lugar, llegaremos a una profunda compresión de su arquitectura. Entre las ruinas, podemos visitar los majestuosos palacios que nunca dejan de impresionar a los viajeros: el Palacio de las 100 columnas donde el rey solía recibir a los generales y la Sala de audiencias de la Apadana con una planta cuadrada, seis filas de columnas de 19 metros de altura y escaleras de acceso representando las ceremonias de Satrap y los soldados del imperio llamados la Guardia Eterna.
A tiro de piedra del sitio arqueológico hay una estructura histórica actuando como un hotel, la cual una vez acogió a los arqueológicos y líderes de un equipo que trabajaban durante las excavaciones de Persépolis en los años 1930-40. En las décadas 60 y 70, Mohammad Reza Pahlaví, el Sah de Irán, y su esposa Farah Diba acudieron a este hotel para la Celebración de los 2500 años del Imperio Persa.
Después de la visita, regresamos al hotel y por la noche tendremos la oportunidad de caminar por Persépolis.
Cena y alojamiento en el hotel.
Día 9 ; Persépolis – Pasargada – Abarkuh – Yazd
Un viaje cultural tiene como propósito enriquecer el conocimiento del viajero. Pasargada, primera capital política y diplomática del antiguo Irán, lo posibilita y además nos muestra el coraje y la inteligencia de Ciro el Grande. Él, padre de todos los soldados de Media y Persia, celebró la conquista de Babilonia con una declaración definida como la base del cilindro de los derechos humanos: el Cilindro de Ciro. Este cilindro es una pieza de arcilla cuyo contenido incluye también la libertad de los exiliados, así como la de los judíos. En el entorno arqueológico del antiguo Irán, la Pasargada, lo primero que llama la atención entre las ruinas es la tumba del Ciro con un simple plano cuadrado hecho de bloques de piedra, el que nos recuerda a un zigurat mesopotámico a primera vista. Al construir su tumba, Ciro quiso respetar sus raíces, es decir, las antiguas civilizaciones de Irán. Además, fue capaz de sorprender a Alejandro Magno, siglos después de su muerte. De hecho, se dice que él había escrito un mensaje a todos los conquistadores dentro de la tumba, incluido Alejandro Magno quien se puso a llorar habiendo escuchar sus palabras:
“Oye hombre
Quienquiera que seas
Y cuando vengas
Ya que sé que vendrás,
Yo soy Ciro
Conquisté el imperio mundial
Para los persas.
No me envidias
Por esa pequeña tierra
Que cubre mi cuerpo.”
- En el camino visitamos el sitio arqueológico de Pasargada, la primera capital del imperio persa, fundada en 546 a.C. por Ciro el Grande durante su reinado. En este lugar nació el verdadero Pardis o Paraíso, el “Jardín Persa”. Entre los monumentos y ruinas del sitio, hay palacios reales y un altorrelieve magnífico: el palacio privado de Ciro, el palacio de audiencias y la tumba de Ciro el Grande. Antes estaba rodeada por dos ríos que fluían a través de un canal peculiar transmitiéndose al Jardín Persa y entraban a la ciudad después de haberse purificado su agua.
- A mitad de camino, antes de llegar a Yazd, visitamos la ciudad Abarkuh: un ejemplo particular donde en la construcción de las casas ha sido utilizado adobe (bio arquitectura) actuando como aislamiento térmico durante el verano y el invierno. El mismo sistema se ha aplicado en la construcción de un “foso de hielo” (Yakhchal) que suministraba y producía hielo en los meses más calurosos del año. En Abarkuh, veremos uno de los cipreses más antiguos del mundo de 400 años según algunas fuentes.
Llegada a Yazd. Cena y alojamiento en el hotel.
Día 10 ; Yazd
Desayuno. Todo el día está dedicado a visitar Yazd, una de las ciudades más interesantes de Irán y el antiguo centro zoroástrico.
- Templo de Fuego (Atashkadeh). No es cierto pensar que los zoroastrianos adoran el fuego. Antes de ir al templo, donde el fuego sagrado sigue ardiendo, uno ha de reconocer el fuego como un elemento sagrado según la filosofía que lo considera la fuente de la pureza y la luz. Esta es la verdadera manera en la que los zoroastrianos practican su religión. El fuego ha estado quemando más de 15 siglos sin extinguirse ni una sola vez. El deber de mago del templo consiste en vaciar las cenizas y suministrar madera para mantener la llama encendida para que los practicantes puedan recurrir a ella.
- Mezquita Aljama de Yazd. Los dos minaretes más altos de Irán se elevan desde el portal de esta mezquita, con una altura d 48 metros. La mezquita no sólo es famosa por la altura de los minaretes, sino también por el espléndido portal principal, decorado con cerámica mayólica con incrustaciones. Para observar los detalles de las cerámicas mayólicas, hace falta que se acerquen a la fachada principal. Esta mezquita es una de las obras más fascinantes que pueden visitar en su viaje a Irán.
- El centro histórico y antiguo distrito de Fahadan. La fama de Yazd está en deuda con la arquitectura del pueblo antiguo, construido enteramente por adobe. Sin embargo, los monumentos más importantes del centro histórico son los “captadores de viento” (Badgir), perceptibles desde lejos. Por eso, Yazd también se conoce bajo el nombre de la “ciudad de las torres de vientos”. Por no haber muchas ventanas al exterior en las casas de Yazd, estas torres sirven para proporcionar la ventilación necesaria a través de refrigeración al interior de los edificios. Este sistema aprovecha dos condiciones ambientales de la región: la variación en la presión del aire y en la temperatura.
- Mueso del Agua. En Irán, sobre todo en las áreas desérticas como Yazd, había un sistema de riego subterráneo que suministraba a los oasis agua dulce de los acuíferos subyacentes, a través de un sistema de canales de hasta 20 kilómetros de largo. También, había pozos excavados verticalmente a lo largo de los canales para garantizar el acceso al túnel subterráneo, tanto para la extracción de agua como para facilitar el mantenimiento. Los canales, conocidos como Kariz o Qanat en persa, transportaban las aguas de los acuíferos hacia la tierra de cultivo o centro habitado. Cabe mencionar que este sistema no sólo redujo al mínimo la pérdida de agua por evaporación, sino que también evitó su contaminación. El Museo del Agua, nos brinda la oportunidad de conocer los detalles de esta obra milenaria.
- Las torres del silencio, donde todo se detiene, contiene un cementerio que se utilizaba hasta hace unos 70 años, muy diferente de los comunes por ser un lugar sagrado para los zoroastrianos. Los fallecidos fueron llevados a la cima de la torre por unos sirvientes llamados “Salar”, los únicos que tenían el derecho de tocar a los muertos. Los cadáveres fueron dejados dentro de edificios circulares y allí, gracias a los agentes atmosféricos y los buitres, se convertían en huesos y posteriormente fueron trasladados al pozo en el medio de la torre, donde encontrarían un descanso perpetuo. Debido a que los zoroastrianos consideran sagrados los cuatro elementos de la naturaleza: aire, agua, fuego y tierra, no contaminaban la tierra con entierro de los muertos y tampoco había cremación por la misma razón. El silencio dominante en este lugar es ensordecedor, profundo y sólo suavizado por la voz del viento.
Más tarde, en los barrios del pueblo antiguo, rodeado de muros, pueden visitar refinadas casas tradicionales sin entrar en sitios como el Mausoleo de Seyed Rokn Addin, el cenotafio de los 12 imanes datando del siglo XII y con inscripciones en grafía cúfica de los nombres de imanes del chiismo duodecimano, y la cárcel de Alejandro (Zendan-e Eskandar).
El antiguo Bazar, el Complejo de Amir Chakhmaq y el Jardín de Dolat Abad.
Por la noche visitamos Zur-Khaneh, el lugar típico dedicado al deporte tradicional iraní. Al principio, Zur-khaneh (casa de poder) se fundó para instruir a los soldados en las fuerzas armadas durante el Imperio persa (esta visita depende de día y horario de la capacitación).
Cena y alojamiento en el hotel.
Día 11 ; Yazd – Meybod – Nain – Isfahán
Después del desayuno, salida hacia Isfahán. Para llegar a la ciudad de Isfahán, tenemos que cruzar dos ciudades desérticas: Nain y Meybod.
- En Meybod, pueden visitar un caravasar, una casa tradicional de hielo y un brillante taller de la cerámica. El término caravasar está compuesto por caravana (caravana de camellos) y sara (edificio), refiriéndose a un edificio o un conjunto de edificios para dar la bienvenida a viajeros y comerciantes, tanto como un lugar de parada en las carreteras comerciales como un punto de llegada o almacenamiento de mercancías cerca de la entrada de las ciudades. El caravasar a su vez se dividía en dos grupos sociales: real y popular.
Hay un complejo que incluye un caravasar y un foso de hielo (Yakhchal). Esta construcción con forma de trullo servía para conservar hielo durante el verano. La producción de hielo tenía lugar en las piscinas al aire libre delante del Yakhchal durante el invierno y su forma cónica protegía el tanque interno conteniendo hielo del sol. El diámetro del tanque, correspondiente al nivel de la puerta de entrada, incluso alcanzaba los 13 metros y se disminuía gradualmente hasta 6 metros. Por lo tanto, la altura interna del Yakhchal desde la parte inferior hasta el punto más alto de la cúpula llegaba a 21 metros.
Continuamos el viaje hacia la ciudad desértica Nain, famosa por sus alfombras hechas a mano y visitar la Mezquita Aljama con un interesante Mihrab y el antiguo bazar fascinante, caído en desuso actualmente.
Al terminar el día, llegamos a Isfahán, una de las ciudades más bellas de Irán. Cena y alojamiento en el hotel.
Día 12 ; Isfahán
El punto culminante del itinerario es Isfahán. Esta ciudad es una imagen histórica que completa el viaje a Irán. No fue casualidad que Isfahán atrajo la atención de Pasolini para dirigir algunas de las escenas de su película en la plaza de Naqsh-e Jahan. En cuanto a esta ciudad, hay una frase persa: Isfahán es la mitad del mundo. El florecimiento de la arquitectura islámica-iraní nació aquí en la plaza Naqsh-e Jahan, donde el azul turquesa domina las mezquitas y el cielo sobre la plaza. A lo largo de tiempo, el antiguo campo de polo fue convertido en el hogar de talleres de arte valiosos. La era safávida corresponde al tercer Imperio persa, el que restauró el poder de Irán y estableció un nuevo país basado en relaciones políticas, religiosas y militares. La existencia de la catedral de San Salvador (también llamada catedral de Vank) dirigida por la comunidad cristiana armenia desde 1605, hace un buen ejemplo de esta ciudad. Sin embargo, el poder Safavida es admirado por el arte, y por lo tanto, se considera una etapa del “Renacimiento” de la civilización, cultura y arte persa. El período del Renacimiento islámico en Irán llega a su auge bajo el gobierno de Shah Abbas I (1629-1587). En Isfahán, en cuestión de segundos, el sueño de cada viajero del Medio Oriente se hace realidad: Irán y el atractivo del Renacimiento. Sólo hay que pensar en los murales del Palacio de las Cuarenta Columnas (el Palacio Chehel-Sotún) o el magnífico techo del Palacio de Música, Ali Qapu.
Desayuno y visitar la ciudad paseando por las calles de la plaza de Naqsh-e Jahan.
Visitas del día:
- La plaza real o Naqsh-e Jahan (la imagen del mundo) situada en el centro de la ciudad, fue rediseñado por Shah Abbas I. Hay dos arcos en la gran plaza central de Naqsh-e Jahan (512 por 163 metros). En la parte inferior están todos los talleres de artistas donde se producen y venden la mayoría de los productos de artesanías iraníes, como miniaturas, trabajos en turquesa, esmaltes y manteles tradicionales. La plaza Naqsh-e Jahan solía acoger a la élite de hombres de negocios que buscaban el refinamiento artístico. En esta plaza, aún quedan los postes de polo las que se construyeron con el fin de limitar el campo de polo hace 400 años.
- La Mezquita de Sheikh Lotf Allah (la Mezquita del jeque Lotf Allah), es una magnífica obra maestra del periodo safávida que se encuentra en una atmósfera armoniosa. Shah Abbas I seleccionó al talentoso arquitecto iraní Ali Akbar Isfahaní como el jefe de construcción de la mezquita, la cual duró aproximadamente 17 años. La mezquita fue dedicada al padre de la esposa del Shah por su orden y, por consiguiente, el clérigo libanés podía tener una escuela coránica en Isfahan. La obra maestra del arquitecto Isfahaní fue el uso de un patrón innovador. De hecho, esta mezquita no tiene ni minarete ni un patio interior ni un estanque. Sin embargo, la extraordinaria decoración exterior e interior, el juego de luces hacia el altar, la gloria de la caligrafía con un fondo azul y, por último, la complejidad y belleza de los diseños islámicos debajo de la cúpula han convertido la Mezquita de Sheikh Lotf Allah en la mezquita más hermosa de Irán.
- La Mezquita Real, hoy conocida bajo el nombre de la Mezquita del Imán, pone ante nuestros ojos el genio de Akbar Isfahaní, utilizado tanto en el interior como el exterior del edificio. Al terminar la visita a la mezquita, en el medio de la plaza Naqsh-e Jahan, pueden ver la grandeza inusual de los minaretes y una desviación inteligente y completamente voluntaria del arquitecto con el fin de crear una armonía estética con la plaza. La Mezquita del Imam es una obra maestra única. En este lugar, el patio interior está decorado con estanque de ablución alrededor del cual hay cuatro majestuosos pórticos mostrando la gloria del uso de color azul en el espacio sagrado islámico. Además de la belleza decorativa de la cúpula de dos capas con 36.3 metros de altura interna y 51 metros de altura externa, se ha utilizado un sistema excelente para amplificar el sonido cuando recitan adhan en el porche sur. Es recomendable ir andando allí y escuchar el agradable eco de los pasos.
- La mansión Ali Qapu es un palacio donde el gobernante daba la bienvenida a sus invitados. Ali Qapu tiene seis plantas con una puerta conectando la Plaza Real con el Palacio de Chehel Sotun. Estando en la plaza, se ve inmediatamente la hermosa terraza con 18 columnas de este palacio desde donde pueden disfrutar de una maravillosa vista de la plaza Naqsh-e Jahan. Esta obra maestra incluye algunos detalles como el estanque del quinto piso, yeserías especiales del techo, el tipo de materiales y adornos utilizados en las paredes del edificio los que resaltan el mundo oriental. Por último, en el centro de la mansión está la escalera caracol hacia el salón de la música decorada con yeserías y los jarrones representando otros temas similares los que ayudan a mejorar el espacio acústico de la sala.
- El Palacio de Cuarenta Columnas (el Palacio de Chehel Sotun) es la mansión donde el rey celebraba ceremonias. A pocos pasos de la plaza, veremos otro magnífico jardín persa brillando en el patio de los Cuarenta Columnas que abarca una de las alegrías del Renacimiento Safávida: la mansión sigue latiendo en el corazón del Jardín Persa como si los lujos de la vida real nunca hubieran terminado. En este lugar, veremos la obra maestra del arte en miniatura, la cual al admirar las pinturas y las historias que cuentan, abren una puerta de la cultura y antropología para familiarizarnos con los personajes más importantes de la historia del Medio Oriente en los siglos XVI y XVII.
Cena en un restaurante y alojamiento en el hotel.
Día 13 ; Isfahán
La multietnicidad iraní es un factor importante para comprender el Irán de hoy. Mientras que algunos de los nómadas actuales llevan siglos en la meseta iraní, otros grupos étnicos como los turcomanos o seguidores de otras religiones, como los cristianos, llegaron a Irán por razones geopolíticas y reconocieron la tolerancia de este país hacia otras etnias y religiones. Basta con pensar en el caso particular de los armenios que se vieron obligados a emigrar a Irán por orden directa de Shah Abbas I. De hecho, en la década de 1920, los armenios de la región de Julfa habían dejado para siempre su tierra devastada debido al conflicto continuo entre los otomanos y los safavids, y tras haber llegado a Isfahán, el patirarcado armenio inició una nueva fase socio-
religiosa constituendo nuevas sedes y comunidades.
La región de Jolfa en Isfahan recibió a los armenios, y Shah Abbas I, en un manuscrito firmado por él mismo, les permitió establecer nuevas relaciones comerciales y religiosas, dándoles una libertad especial, totalmente apoyada por la corte Safavida. Los armenios abrieron una ruta comercial valiosa en el corazón de Isfahán, la capital safávida. Además, la oficina del califato armenio se centralizó principalmente mediante la publicación de nuevos textos religiosos utilizando la invención de Gutenberg en Irán. La arquitectura y los detalles de los murales de la
Catedral de Vank sorprenden a cualquier turista.
- La Catedral de Vank y su mueso cuentan la diáspora armenia que ha vivido fuera de su tierra natal durante más de 300 años. Irán no solo sabía cómo dar la bienvenida a sus invitados, sino que lo más importante, les protegía a todos de los graves conflictos que amenazaban la vida social en el vecindario armenio de Isfahán. Hoy, en el patio de la Catedral de Vank, los armenios han abierto un nuevo museo de antropología con tanta precisión y cuidado que se puede sumergir en la cultura real gracias a la información que se muestra en las galerías de estas exhibiciones históricas del pueblo armenio. Pero no se acaba todo aquí, ya que la Catedral de Vank, no es la única iglesia en Isfahán que invita a la comunidad armenia a las celebraciones religiosas y, lo más importante, a las conmemoraciones del genocidio. De hecho, cada año, el 24 de abril, los armenios se reúnen en la Catedral de Vank para conmemorar la deportación de aproximadamente 1,5 millones de sus compatriotas. Al entrar en el hermoso patio de la Iglesia Vank, se ve uno de los monumentos históricos armenios más importantes, dedicado a los deportados durante el genocidio.
- Pasar por Isfahán significa sorprenderse y sumergirse en las culturas locales. Cuando vamos del área de Jolfa a la Gran Mezquita, tenemos que cruzar el río Zayandehrud. En el camino se puede ver el límite urbano entre los dos barrios religiosos de Isfahán que han sido creados por el río. La vista a la Mezquita Aljama en Isfahán es una de las visitas más importantes, porque aquí podemos admirar el progreso de la arquitectura iraní-islámica que tuvo lugar desde el siglo VII hasta XIX. Por lo tanto, no está mal mencionar que la Mezquita Aljama de Isfahán es una de las más antiguas y completas de su tipo en todo el país. Aquí, los detalles son infinitos y los espacios son inmensos. Un ejemplo de altar llamado Altar de Oljaito se construyó en el siglo XIV en esta mezquita como modelo. El edificio tiene una composición de yesería compleja con materiales especiales, que consta de inscripciones tridimensionales y se mezcla con patrones florales tallados y geometría. La mezquita cuenta con dos espacios completamente distinguibles, incluso para los inexpertos: el interior y el exterior. La admiración de los ladrillos monocromáticos en el interior y el azul turquesa en el exterior es inevitable. La transición de un espacio a otro no permite viajar en el tiempo, sobre todo cuando estamos debajo de la magnífica cúpula de Taj al-Muluk, que es la cúpula de ladrillo más hermosa entre los monumentos antiguos de Irán.
El fin de la visita a la Mezquita Aljama nos lleva a un descubrimiento inesperado en medio del tráfico de personas. Aquí en Isfahán, al terminar una visita, comienza otra, y el viajero se prepara inconcientemente para escuchar las narraciones de la ciudad, como si Shahrzad las estuviera
leyendo directamente de “las mil y una noches”. El famoso Bazar está justo después de la salida
principal de la mezquita. Aquellos que aman perderse en los callejones y pasar tiempo con la gente, deben saber que es hora de disfrutar caminando entre las tiendas con el aroma de perfume y especias. Después de un recorrido de 40 minutos, se puede llegar a la plaza Naqsh-e Jahan. Antes de girar a la derecha y seguir los pasillos cubiertos del bazar, se puede ir directamente a otro sitio histórico de Isfahán y satisfacer su curiosidad, visitando a un lugar donde se encuentran todas las
sinagogas de la comunidad judía de Isfahán.
La visita de los puentes históricos sobre el río Zayandehrud: Si-o-Se Pol (el Puente de 33 arcos) y el Puente Khaju (Pol-e Khaju).
Tiempo libre. Cena en un restaurante y alojamiento en el hotel.
Día 14 ; Isfahán – Kashan – Teherán
A la puesta del sol y sus rayos brillantes, la ruta de regreso a Teherán se hace más notable, como si el viaje a Irán hubiera empezado hace unas horas. Es la hora de hacer la maleta, que vuelve cargada de emoción, entusiasmo y mucha cultura. Normalmente, los viajeros se preocupan por la cantidad de sobrecarga, y mientras el color del cielo oscurece, están pensando en cómo organizar los recuerdos y regalos; a ellos les gusta comprar de todo, desde pistachos hasta telas y piedras turquesas. No hay duda de que todo encajará, excepto una cosa: la hospitalidad de las personas que encontramos caminando en los mercados, sitios antiguos y restaurantes. Esta imagen está grabada en sus corazones y es un recuerdo inolvidable que el viajero llevará consigo a todas partes. Sobre todo, será un buen incentivo para todos aquellos que has disfrutado de este viaje para regresar a Irán por segunda vez.
- En Kashan está el Jardín de Fin (Bagh-e Fin), uno de los jardines iraníes más famosos que pueden visitar durante su viaje a Irán. El Jardín de Fin fue diseñado por Shah Abbas I (1557-1629) como un paisaje terrenal del paraíso. El concepto del jardín persa atrae el alma al escuchar la melodía del agua de manantial desbordándose en canales diferentes y sigue fluyendo. Hoy en día, el estanque central llamado “garganta de camello” (Shotor Galu) se encarga de distribuir el agua a todos los canales laterales, usando la teoría física de los vasos comunicantes. En el siglo XVI, el Jardín Persa se volvió sumamente importante en Irán ya que Shah Abbas lo eligió como lugar para la coronación real. Dos siglos más tarde, los reyes Qajar también eligieron el Jardín de Fin como la sede operativa de la corte. Entre la vegetación del Jardín de Fin, solo los cipreses y sicómoros pueden explicar la simetría y la elegancia de su diseño.
Por otro lado, todavía hay algunos murales extraordinarios en el edificio construidos por los reyes de Qajar que datan de la década 70 del siglo XVIII. Para averiguar los secretos del jardín, hay que pasar por el baño de Fin (Hammam-e Fin), conocido por el suicidio, o mejor dicho, el asesinato de Amir Kabir, el reformista del gobierno de Qajar.
- Haremos una visita a Hammam-e Sultan Amir Ahmad (Casa de baños del Sultán Amir Ahmad), complejo termal del período safávida con un sistema hidráulico y una calefacción particular. De hecho, subiendo al techo del hammam, tendremos la oportunidad de observar los detalles de los sistemas integrados del complejo.
La importancia de Kashan no está basada sólo en la variedad de las casas, sino que es conocida principalmente por la producción de agua de rosas de alta calidad.
De hecho, el viaje a Irán ya atrae su aroma original, el de los pétalos de rosa cultivados en las colinas del centro de Irán. Esta hermosa ciudad, creada en un oasis, aún alberga algunas de las casas tradicionales más hermosas de la zona, como la magnífica casa del rico comerciante Tabatabaei. Durante la vistita, salen a la vista algunos detalles de una casa patriarcal, donde el cabeza de la familia (pedar) reúne a los hijos en la misma villa para facilitar el acceso familiar y la gestión económica. Además, este asentamiento del siglo XIX destaca dos factores de la arquitectura iraní-islámica: la introversión ya la extroversión.
Salir hacia el aeropuerto. Cena y alojamiento en el hotel IBIS en el aeropuerto.
Día 15 ; Teherán – país de destino
Traslado al Aeropuerto Internacional Imán Jomeiní para el vuelo de Teherán hacia el país de destino.
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