Sadeq Hedayat

Sadeq Hedayat

Sadeq Hedayat, escritor, novelista y traductor iraní, nació en Teherán en el seno de una familia aristocrática y se cuenta entre los padres de la literatura persa moderna. Sadeq asistió a la escuela de Dar-ol Funun, y alrededor de 1916 se le diagnosticó una infección ocular, lo que interrumpió su educación durante casi un año. En 1925 completó su educación secundaria en un prestigioso colegio francés de Teherán, donde también enseñó persa a un sacerdote francés y se familiarizó con la lengua francesa, la literatura universal (principalmente francesa) y la metafísica. Poco después de que Reza Shah Pahlaví llegara al poder en 1926, Sadeq, junto con otros estudiantes iraníes, fue enviado a Europa para estudiar. Este fue el comienzo de su exposición directa a diferentes ciudades, pueblos y culturas. Permaneció un tiempo en Bélgica y luego se trasladó a Francia, donde intentó suicidarse en un río en 1928, pero se salvó. Abandonó sus estudios de arquitectura y se dedicó a escribir. En 1930, Hedayat regresó a Teherán y empezó a trabajar en el Banco Mellí, que entonces era el banco central de Irán. Durante su estancia en la India, estudió la lengua pahlaví y tradujo la biografía de Ardeshir Babakan del pahlavi al persa. En 1932, viajó a Isfahán y publicó su diario de viaje Isfahán, Nesf-e-Jahan (Isfahán, la mitad del mundo), así como la importante colección de relatos Se Qatreh Khun (Tres gotas de sangre).

“La lechuza ciega” es reconocida como la obra maestra de Sadeq Hedayat.

La novela se publicó originalmente en treinta ejemplares, escritos a mano por el propio autor, que posteriormente se convirtió en la obra maestra de la literatura persa del siglo XX. No se publicó en Irán hasta 1941, creando un escándalo en la sociedad persa. La lechuza ciega es una obra en la que las sugerencias simbolistas y los ecos kafkianos se mezclan con el existencialismo francés, la cultura india y la magia de la gran tradición literaria persa. Entre la realidad y las alucinaciones inducidas por el opio, un minúsculo lapicero cuenta su trágica historia, sus tormentos, su deseo de olvidar. Hedayat envuelve al lector en un estado de hipnosis.

“En sus ojos, en sus negros ojos, hallé la eterna y profunda oscuridad que andaba buscando. (…) Podrá comprenderse algún día el misterio de esos accidentes metafísicos, de esos reflejos de la sombra del alma que sólo se perciben en la semiinconsciencia que separa el sueño de la vigilia?. (…) Sólo le tengo miedo a una cosa, a morir mañana, antes de haberme conocido a mí mismo. Pues el hecho de vivir me ha revelado el abismo que me separa de los demás. “

Sadeq Hedayat se suicidó en París el 10 de abril de 1961, a la edad de 48 años, y fue enterrado unos días después en el cementerio del Père-Lachaise.

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